La compatriota comentó que todavía siente un poco de miedo al no saber qué va a pasar en el futuro y cómo van aumentando los casos en el país, teniendo en cuenta las decisiones que toma el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil, quien desde un principio minimizó la enfermedad, al punto de llamarla un “resfriado”.
Consultada acerca de qué medidas sanitarias se toman en cada estado, Ávila señaló: “El Ministerio de Salud baja una línea, dice que cada estado va a hacer cuarentena, pero finalmente cada estado es el que decide si toma la medida o no. Actualmente, en el estado de Paraná, la decisión más fuerte es cerrar todos los lugares en donde se aglomeran personas, solo funcionan los supermercados, pero las personas están abiertas a seguir yendo a sus trabajos”, relató.
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Indicó que, de forma pública, solo los supermercados están funcionando pero sin controles muy fuertes como lo hacen en Paraguay o Argentina. “No hay medidas como lo de las filas largas de personas separadas cada dos metros; vemos aglomeración de personas que da realmente miedo”, comentó.
Gabriela está trabajando en Curitiba desde hace nueve meses y señala que su percepción sobre la situación cambió desde que vio cómo se estaba manejando la situación del coronavirus en Paraguay. “Mi percepción cambió desde el momento en que vi las acciones que estaba tomando Paraguay. Mi familia me preguntaba cómo eran las cosas acá y yo por mi trabajo viajo mucho y veía cómo las cosas seguían igual. El movimiento grande en Brasil se dio aproximadamente en la quincena de marzo, porque creo que ahí empezaron a ver que era algo grave y que los casos estaban aumentando”, afirmó.
“Hoy, los focos son Sao Paulo, Río de Janeiro, donde se están abriendo hospitales en canchas de fútbol y el Gobierno sacó un comunicado en el que informa en que están importando 15.000 respiradores desde Francia y enviando un avión militar a China para traer más equipos de protección personal para los médicos”, añadió.
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La compatriota contó que en Curitiba no se siente aún ese aire de desesperación como en otros países o ciudades. La gente todavía sale a caminar, a correr por las calles, normalmente.
Ante la consulta de si quiso venir a Paraguay en cuanto supo de la pandemia, respondió: “Se me pasó por la mente ir a Paraguay, pero mis padres están en el grupo de riesgo y finalmente decidí quedarme”, afirmó.
Hasta el momento, el número de muertos en Brasil se elevó a unos 320, la mayoría registrados en São Paulo, en tanto que el número de casos confirmados ascendió a unos 8.060.
Mientras tanto, en Paraguay tenemos un total de 115 infectados, 15 recuperados y 5 fallecidos.