En un principio, los recién llegados fueron llevados a una casa de retiro para ser puestos en cuarentena, pero ante la reacción negativa de los vecinos fueron trasladados de ese lugar en horas de la noche.
El destacamento militar “29 de Setiembre”, ubicado en un puesto de control aduanero de la frontera seca, finalmente fue el destino del grupo de paraguayos que ingresó ayer al país proveniente de la ciudad brasileña de Rondonia.
Los repatriados son jóvenes agricultores que fueron a trabajar en el cultivo de mandioca en Rondonia hace unos 45 días, pero tras la pandemia quedaron sin trabajo y no pudieron volver.
En principio, habían sido trasladados por las autoridades militares y sanitarias a una casa de retiro espiritual católica, ubicada en el barrio San Blas de la Colonia Nacional Canindeyú, a siete kilómetros del casco urbano de Salto del Guairá.
Al hacerse pública la llegada de los recién llegados a la casa de retiro, por medio de las redes sociales, los vecinos del lugar salieron a exigir que los mismos no permanezcan en el lugar, por miedo al contagio.
Las autoridades fronterizas lamentaron la reacción de un grupo de ciudadanos.
“Lamentablemente, las redes sociales muchas veces confunden a la gente y se tiene como resultado una reacción totalmente injusta. Son compatriotas que tienen todo el derecho de volver y el caso se estaba manejando dentro del protocolo de la cuarentena”, señaló el coronel Juan Carlos Martínez, comandante del Destacamento Militar de Salto del Guairá.
Los diez jóvenes son oriundos de la ciudad de Capiibary, del departamento de San Pedro.