En el video, que el mismo autor subió a sus redes sociales, el hombre, cuyo usuario en Twitter es @LopezArsenio79, se filma paseando por una habitación. Empieza con la pregunta ¿Qué tal están pasando la cuarentena? Luego enfoca a un chiquito, presumiblemente hijo, que no tendría más de dos años y juega en el piso de la sala con unos juguetes de plástico. “Nosotros estamos acá en casa, jugando con (nombre del niño), viendo la tele, escuchando música, buscando la forma de pasar en paz y tranquilidad, ¿verdad?", dice el hombre.
Hasta ahí, todo es normal. Parece un video más de esos que se mandan en grupos de WhatsApp familiares y que en estos días de autoaislamiento propulsados por la pandemia de COVID-19 se comparten como una forma de hacer pasar las horas y mantener el vínculo con los seres queridos.
Pero en ese preciso momento el hombre deja de enfocar su propio rostro y muestra una imagen que pretende ser una broma, pero es atroz: una mujer, probablemente la madre del niño que presencia la escena, está atada de pies y manos a una silla. Tiene la boca cubierta con una mordaza. @LopezArsenio79 la mira forcejear en su silla, vuelve a mirar a la cámara y dice con una sonrisa: “la única manera”.
El propio protagonista posteó este video como amenaza, en respuesta a un tuit de la activista feminista Lilian Soto. “Con tantas boludeces que dices deberías estar así”, le escribió con una manito que señala al video de la mujer atada y amordazada.
El video, que se hizo viral, causó una catarata de críticas en las redes sociales, al punto que el Ministerio de la Mujer se pronunció. “Dichas imágenes y expresiones se hallan directamente vinculadas a la violencia contra la mujer en sus formas física, psicológica, intrafamiliar, mediática, telemática, simbólica y contra la dignidad”, dice una parte.
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“Se alienta a la no difusión del material audiovisual que obstaculiza la construcción de una sociedad respetuosa de los derechos humanos, afectando profundamente las medidas dispuestas por el Estado en la declarada emergencia sanitaria COVID-19”, dice también parte del comunicado del Ministerio.
La cartera de Estado, a cargo de Nilda Romero Santacruz, recuerda que la violencia contra las mujeres es un problema de salud global de proporciones epidémicas que “nos obliga a mantenernos alertas ante las circunstancias que favorezcan e incrementen su intensidad, por lo que apelamos a la colaboración de la ciudadanía en la toma de conciencia de su magnitud y de la adopción de conductas que eviten sus consecuencias y muertes”.