Los afectados indicaron que desde la mañana de hoy tienen el servicio en forma intermitente, además las veces que llega, tiene un color rojo y es imposible de consumir. Los usuarios lamentaron que la Essap no pueda solucionar el problema que ya lleva varias horas.
El agua turbia que reciben los usuarios no se puede utilizar ni para lavar los cubiertos y mucho menos beber. Muchos de los afectados denunciaron también que pagan más de G. 100.000 cada mes pese a no tener medidor.
Enviamos mensajes al presidente del ente, Natalicio Chase, para conocer su versión sobre este hecho, pero no tuvimos respuesta hasta la hora de la publicación. Desde la empresa estatal no han informado el origen del problema a los usuarios que reclamaron tener que pagar sumas siderales por el pésimo servicio.