Tras la tercera suspensión de la audiencia preliminar del diputado Tomás Rivas, aseguró que él no es un chicanero y que por eso se presentó de igual manera con su abogado, informó el periodista de ABC Cardinal Carlos Ortega. “Si estoy chicaneando no iba a estar acá presente (...) Necesitamos pruebas y necesitamos saber qué es lo que la Fiscalía tiene en contra”, indicó el procesado.
El fiscal Luis Piñánez explicó que se suspendió la audiencia por el recurso de apelación subsidiaria que presentó la defensa luego de que el juez Raúl Florentín rechazara el recurso de reposición planteado por la defensa del diputado Tomás Rivas. De esta manera, la Cámara de Apelación deberá confirmar o revocar la decisión del magistrado.
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“Ellos recurren a la decisión del juez por la cual tuvo presente un incidente planteado previo a la realización de la audiencia preliminar. La defensa solicita el diligenciamiento de pruebas que según la defensa el Ministerio Público no le dio oportunidad en la etapa investigativa. Eso fue refutado por el Ministerio Público, fue debatido en esta audiencia. El juez decidió rechazar esa pretensión en el sentido de que las pruebas pueden ser realizadas en la etapa investigativa, o bien en una etapa intermedia en una audiencia preliminar (...) Una vez que el Ministerio Público haya presentado la acusación y se haya agotado tanto que las partes puedan realizar pruebas”, argumentó.
Agregó que ahora el objetivo es que la audiencia preliminar se realice, puesto que la posición del Ministerio Público es que se eleve la causa a juicio oral y público. Si esto tiene la aprobación del magistrado, el objetivo sería que un mismo tribunal atienda el caso del diputado y de sus caseros. Esta es la tercera vez que se suspende la audiencia preliminar debido a chicanas llevadas a cabo por el legislador.
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Cabe recordar que la Fiscalía acusó a Rivas por la supuesta comisión de los hechos punibles de estafa, en calidad de autor, y cobro indebido de honorarios, como cómplice. Según la pesquisa, Reinaldo Chaparro Penayo, Lucio Romero Caballero y Nery Antonio Franco eran supuestamente los caseros de Rivas, pero percibían sueldos como funcionarios del Parlamento.
Aparentemente, los mismos nunca prestaron servicios en la Cámara Baja; no obstante, hay planillas firmadas de entrada y salida, las cuales se encuentran avaladas con la firma del diputado.