Fleitas conversó con radio ABC 98.5 FM este lunes sobre la detención de los nueve supuestos implicados en el atentado que se cobró la vida del periodista brasileño Leo Veras, el pasado 12 de febrero en su casa de Pedro Juan Caballero.
Al respecto, comentó que las balas que se usaron para matar a Veras coinciden con el tipo de armas usadas por el PCC en diversos otros atentados, lo que les lleva a la conclusión de que los criminales que cometieron el atentado responden a este grupo criminal. Esto fue resultado de un trabajo no solo con la Policía del Brasil, sino de procedimientos hechos en Pedro Juan Caballero y análisis técnicos en Asunción.
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La pieza clave fue el hallazgo del vehículo que supuestamente fue usado en el atentado, una Jeep Renegade blanca. Los supuestos mandantes del homicidio son integrantes de la estructura criminal liderada por los narcos Sergio de Arruda Quintiliano Neto, alias Minotauro, y Ederson Salinas Benítez (30), alias Ryguasu, ambos presos en el Brasil, y Marcio Sánchez, alias Aguacate.
La Policía entiende que fue Waldemar Pereira Rivas, alias Cachorrão, quien ejecutó el atentado. El sábado por la noche se hicieron cuatro allanamientos en sus propiedades y en una de ellas se encontró la camioneta.
Una de las nueve detenidas es Cintya Raquel Pereira de Leite, hermana de Cachorrão, quien tiene una condena pendiente de 17 años de cárcel en Brasil. La mujer iba a ser expulsada ayer del país y entregada a las autoridades brasileñas, pero esto se pospuso porque tenía cédula paraguaya. Sin embargo, el comisario Fleitas adelantó que su expulsión se dará en la mañana de este lunes. Existen fuertes versiones de que ella manejaba la camioneta en el momento del ataque al periodista.
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Fleitas insistió hoy en que Cachorrão es propietario de una serie de locales en la capital del Amambay, donde desarman vehículos robados en el Brasil. El comisario comentó que los líderes del PCC se hacen pasar ahora por poderosos empresarios y tercerizan el “servicio” de sicariato. “Se presentan como empresarios, viven en mansiones, hoteles. Los sicariatos son tercerizados. Tenemos que entender cómo funciona su estructura para combatirlos”, comentó.
Finalmente, detalló que en las cárceles del Paraguay están presos unos 500 “soldados del PCC”. Decenas de ellos se escaparon el pasado 19 de enero de la cárcel de Pedro Juan Caballero en una masiva fuga que implicó a 75 presos, de los cuales solo diez fueron recapturados.
Orden de “Ryguasu”
Ederson Salinas Benítez (30), alias Ryguasu, preso en el Brasil, habría ordenado el asesinato de Veras. Según los investigadores, el capo cayó preso en Ponta Porã, Brasil, en enero pasado por un incidente con armas, pero rápidamente iba a salir libre tras el pago de una fianza. También había presentado un documento a nombre de otra persona.
Sin embargo, Veras supuestamente, alertó a los policías del Brasil quién era en realidad el detenido y tras confirmar su verdadera identidad, antes que liberarlo, lo remitieron a una prisión de Dourados. Por eso ordenaron la muerte del periodista, dijeron los agentes.
Pericia de armas y celulares
El fiscal Marcelo Pecci, uno de los intervinientes en el caso, adelantó que el próximo paso es aguardar la pericia de las armas incautadas durante el procedimiento del sábado último. Igualmente, se hará lo propio con los teléfonos celulares, según detalló en contacto con radio ABC Cardinal.
Reafirmó que esperan que estas diligencias refuercen aún más el nexo entre el crimen de Leo Veras y los ahora detenidos, así como su nexo con el PCC. “Tenemos un conducto investigativo; esperamos la pericia y esperamos que nos puedan aportar elementos, sobre todo la extracción (de datos) de los celulares. Estamos expectantes”, refirió.
En otro momento, señaló que las autoridades brasileñas están preocupadas por el ambiente inseguro en la frontera. “Estamos con delegados de la Policía Federal y realmente están muy preocupados con todo lo que está pasando en Pedro Juan Caballero”, agregó.
Consideró que actualmente ejercer el periodismo en la zona es “realmente todo un apostolado”, debido al ambiente de violencia y constantes amenazas. “Para cambiar la realidad tenemos que reconocer el problema y hay un serio problema”, manifestó.