En contacto con radio ABC Cardinal 730AM, el doctor Miguel Ángel Cardozo, director médico del Instituto de Medina Tropical, reconoció que se reportaron casos graves de picaduras de alacranes y que en algunos los pacientes requirieron terapia intensiva.
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Comentó que 10 años atrás “estábamos tranquilos en Paraguay”, debido a que los casos se trataban únicamente como una lesión local, a través de medicaciones para el dolor y la inflamación. “Les tratábamos con infiltración local y les mandábamos a su casa; ahora les tenemos en observación por más de seis horas”, agregó.
Reconoció que los últimos accidentes reportados ponen en alerta al sistema de salud, que de esta manera ya ve la necesidad de hacerse de antídotos. “Acá en Paraguay no tenemos antídoto; solo en Brasil y Argentina, donde sí contaban con especies que producen toxinas que derivan en escorpionismo (denominado así al cuadro clínico grave)”, señaló.
El profesional anunció que ya hicieron los primeros contactos con los países vecinos para garantizar el acceso a nivel local de la antitoxina. “Estamos comunicándonos con ellos, porque ya tuvimos casos alarmantes donde se requirió terapia. Creo que para cuando termine esta epidemia (de dengue), vamos a garantizar y tener la antitoxina”, aseveró.
Sobre los números de casos atendidos, mencionó que “a nivel hospitalario tenemos uno o dos por semana”. Aclaró que el 99% de los pacientes no presentan cuadros graves. “Son manifestaciones locales que no tienen implicancias sistémicas y no requieren antitoxina, pero cuando hay manifestaciones sistémicas sí se requiere”, refirió.
En relación al tratamiento aplicado usualmente, ante la falta de suficiente antídoto, mencionó que a lo sumo se aplican antialérgicos para evitar reacciones severas a la toxina. “La manifestación local no es drama, el compromiso local es simplemente el dolor, eritema local e infiltración local, pero ya tuvimos casos un poco más graves”, insistió.
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Antídotos, en el Centro Nacional de Toxicología
Por su parte, la doctora Nilda Villalba explicó que en el Centro Nacional de Toxicología desde finales del año pasado llegó el antídoto al país, puesto que es reciente la aparición de casos graves en Paraguay.
Acotó que estos casos se dieron principalmente en Central y manifestó que actualmente estas sustancias solo están disponibles en la dicha institución. No obstante, aclaró que las personas que presenten picaduras de alacrán pueden asistir a cualquier centro de salud hasta donde harán llegar el antídoto.
Reconoció que esta sustancia todavía no se encuentra disponible en servicios de salud públicos del interior por cuestiones de logísticas. Además, hizo énfasis en que todavía no se reportaron casos graves en otros puntos del país. Igualmente sostuvo que el objetivo es que el antídoto llegue a más lugares.
¿Cómo prevenir?
Respecto a qué medidas puede tomar la ciudadanía para evitar accidentes con estos arácnidos, el doctor Miguel Ángel Cardozo pidió inspeccionar cuidadosamente los calzados y tener normas de higiene en las casas. “Mirar los zapatos, jardines... (A los alacranes) les gusta mucho el zapato, además de esconderse detrás de los cuadros, roperos... Entonces prevenir, buscar y hacer una higiene a nivel de la casa”, detalló.
En caso de picaduras, recomendó acudir inmediatamente al hospital, donde “tenemos la obligación de tener en observación al paciente durante seis horas. Hay que tener sumo cuidado en periodos estivales; les gusta mucho el verano, fines de verano, primavera...”, manifestó.
¿Capturar o no al alacrán?
El doctor Cardozo señaló que sí es importante en lo posible acercarse al Instituto de Medicina Tropical con el ejemplar del animal que provocó la picadura. “Es importante; hay argentinos y venezolanos que hacen un trabajo y estamos colaborando con ellos buscando especies que producen toxinas”, explicó.
Arañas y serpientes
Cardozo refirió además que otro foco de preocupación son las arañas, para cuyas picaduras tampoco hay antitoxina a nivel local. “También estamos trabajando en consecuencia; hay dos especies muy ponzoñosas”, agregó al referirse a la loxosceles laeta (ñandupe) y la latrodectus mata (viuda negra).
También citó el peligro que constituyen algunas especies de serpientes, como la jarara (bothrops) y la mbói chini (micrurus corallinus). Aclaró para mordeduras de estas sí hay suero antiofídico en el Instituto de Medicina Tropical.