Una joven de 17 años habría dado a luz en un sanatorio privado, donde fue asistida por una obstetra y su patrona. La doctora habría facilitado un supuesto certificado de nacido vivo a nombre de la mujer que adoptó a la bebita de manera irregular, quien a su vez sería amiga de la jefa de la adolescente.
La adolescente, quien ya tiene otra hija menor de un año, trabajaba como empleada a cambio de comida, no percibía salario por sus labores. Tras ser recuperada, la recién nacida fue asistida por los médicos profesionales y se dio intervención al Ministerio de la Niñez y la Adolescencia.
Fueron imputadas Irma Correa Fernández, quien tenía en su poder la criatura; y Mercedes Concepcion Ríos Medina, quien fue la persona que la llevó hasta el sanatorio privado y se encargó del pago de los gastos para luego entregarle la bebita, ambas por violación de las reglas de adopción.