Antes que todo, verifica que el sitio que elegiste cuente con la habilitación correspondiente. Si tenés hijos, no los dejes sin atención ningún segundo, a fin de evitar sustos. Los menores de edad, aunque sepan nadar, deben estar siempre acompañados y supervisados por adultos.
Quienes no sepan nadar, tanto niños como adultos, deben utilizar chalecos salvavidas, ya sea dentro o cerca del agua. Además, evite ingresar al agua después de comer o tras consumir alcohol.
Para evitar accidentes, nunca te tires de cabeza a lagos, arroyos o ríos que no conozcas. Este tipo de acciones puede ocasionar graves accidentes. Solo zambúllete en zonas habilitadas y que estén claramente señalizadas.
Nunca te arrojes al agua desde un lugar alto, como árboles, bordes de acantilado o puentes. También recuerda proteger a tus niños del sol, usa protectores solares y evita la exposición de los menores de seis meses directamente al sol. Hidrátate adecuada y constantemente con agua, luego ingiere las demás bebidas.
Si optas por los balnearios o piscinas, no olvides tener en cuenta que todos los balnearios, tanto municipales como de propiedad privada, deben ajustarse a la ordenanza municipal que le corresponda y que regule su habilitación. Sobre todo, en lo referente a la licencia ambiental expedida por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES).