Este sábado en la mañana, Aló René recibió una visita inesperada en su residencia. La escribana Norma Esther Díaz de Vivar de Frey se presentó a su puerta como enviada de Amarilla para corroborar datos y exigir al denunciante que se rectifique o se retracte de una publicación que supuestamente hizo en su cuenta de Facebook sobre el exparlamentario.
Según relató Valdez, la intención de la representante de la Corte Suprema Justicia (CSJ) era asustarlo para que deje de hacer las denuncias y reclamos que hace mediante los pasacalles publicitarios de su negocio y sus redes sociales. “Creo que se fue para hacerme retractar de mis dichos (…) Vino para asustarme”, señaló.
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Aló René se negó a responder las preguntas de la escribana y se contactó con su abogada, Esther Roa –líder de la Comisión Escrache–, quien le aconsejó que no colabore con la enviada de Amarilla, ya que se trató de un procedimiento irregular.
Sobre el punto, Roa manifestó que enviar escribanos a amedrentar a las personas es una vieja práctica de los políticos para atemorizar a los que denuncian casos de corrupción. Contó que la visita de escribana se puede considerar coacción y que está totalmente fuera de las atribuciones que tiene como representante de la Corte.
Aclaró que en el caso de que el exlegislador quiera iniciar un proceso judicial por las publicaciones debe hacer una denuncia formal ante las autoridades y a partir de allí con la apertura de la carpeta fiscal, demostrar si se incurrió o no en un delito.