El teniente Marcelo Cardozo acudió junto con sus compañeros durante los primeros minutos de la Navidad a una vivienda precaria en el barrio San Roque de Capiatá. El lugar era de difícil acceso para la ambulancia y, como la embarazada prácticamente ya estaba a punto de dar a luz, la ayudaron con el parto.
Los socorristas, por la premura que requería la circunstancia, hicieron de parteros y trajeron al mundo un niño de 3,400 kg. El bebé y madre están internados en el hospital regional de Capiatá, pero sus vidas no corren peligro.