En su surtido lugar en plena vereda, por el cual pagan un canon anual de G. 900.000 a la Municipalidad, según comentaron, tienen imágenes de la Virgen de Caacupé desde G. 10.000 hasta G. 250.000, que son las más grandes.
Son de cerámica fabricadas en Areguá, y también otra variante, que son las figuras ubicadas en botellas recicladas de plásticos y en latitas de bebidas, bien decoradas. Explican que las estatuillas las compran sin vestido de los artesanos de Areguá y que ellos les ponen el vestuario adecuado y hacen los retoques finales.
“Estamos vendiendo bien, un poco mejor que el año pasado”, afirma Violetta. Las figuras más pequeñas son las que se llevan más, indicó la pareja vendedora.
El puesto se abre todos los domingos del año, y durante toda la festividad de la Virgen de Caacupé, que va desde el 28 de noviembre, el inicio del novenario, hasta el 15 de diciembre, el octavario.