La polémica decisión judicial fue firmada el 11 de octubre pasado y comunicada a la Policía Nacional el fin de semana último.
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El juez Marecos prohibió a los escrachadores acercarse dentro de un radio de 300 metros al domicilio de los camaristas Aniceto Amarilla, Miryan Meza de López e Isidro González. También dispuso la prohibición de manifestación en las cercanías de la sede del Palacio de Justicia de Ciudad del Este, situada en el Área 2, donde los camaristas tienen su oficina. Además, se ordenó la custodia policial en la residencia de los magistrados.
La orden fue emitida en el marco de una acción de hábeas corpus genérico promovido por los magistrados. Coincidentemente, la prohibición fue dictada días antes de que el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) tratara el expediente de los camaristas por liberar a un expolicía condenado por abusar de su hijastra desde los 9 hasta los 12 años.
Familiares de la víctima, activistas por los derechos de los niños y ciudadanos autoconvocados se movilizaron anteriormente en dos ocasiones frente al Palacio de Justicia para repudiar la liberación del sentenciado por abuso infantil. Los autoconvocados igualmente habían rodeado a los camaristas frente a una radioemisora esteña y les arrojaron huevos en señal de protesta.
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El caso
El 16 de setiembre pasado, el Tribunal de Apelaciones de Ciudad del Este, compuesto por Aniceto Amarilla, Isidro González y Miryan Meza de López, revocó parcialmente una sentencia de primera instancia y dispuso que un ex agente policial condenado a 10 años abandone la prisión. Alegaron que el procesado ya cumplió la pena mínima prevista para abuso y que la condena aún no quedó firme.
El 12 de agosto último, el ex efectivo de la Interpol fue condenado a 10 años de prisión por el Tribunal de Sentencia conformado por Evangelina Villalba, Óscar Genes y Alba Meza. La condena fue dictada cuatro años después de la denuncia y la dilación provocada por las reiteradas chicanas del acusado.
El caso tomó estado público cuando la niña fue encontrada llorando en el sanitario de la escuela por su profesora, quien comunicó el suceso a las autoridades.
La niña, en Cámara Gessel, dijo que fue abusada en forma sistemática por tres años por su padrastro, quien la amenazaba con arma de fuego.