A través de su cuenta en la red social Facebook, Anthony Nico Bolaños Garelli dio a conocer una inspiradora historia de honestidad e integridad que protagonizó junto con Alfredo Roa, un guardia de seguridad de Minga Guazú.
Según el relato de Anthony, ayer domingo, en horas de la mañana, dejó olvidada su riñonera en un servicentro ubicado sobre la Ruta PY02, a la altura del Kilómetro 16. Este bolso contenía, además de sus documentos, tarjetas de crédito y débito, y dinero en efectivo –reales y guaraníes–, que, en total, alcanzaba un poco más de G. 5.000.000.
Fue recién al llegar a Asunción que se percató de que no tenía consigo la riñonera, por lo que hizo un recuento de sus pasos, hasta que recordó cuál fue el último lugar donde utilizó las pertenencias contenidas en su bolsa.
La primera acción en la que pensó fue llamar a la estación de servicio y consultar si alguien devolvió el objeto. La respuesta de los encargado fue negativa.
Cuando ya perdió las esperanzas de encontrar sus pertenencias, y considerando hacer la denuncia e intentar aunque sea recuperar sus documentos, recibió la llamada de Alfredo Roa, quien se desempeña como guardia –dependiente de una empresa tercerizada– en el mencionado local.
Alfredo contó a Anthony que encontró su riñonera en el baño del servicentro y que no la entregó porque, “como ya pasó por sus manos”, temía que falte algo y no se devuelva de forma íntegra el objeto a su propietario. Le pidió que fuera a su casa a buscar el bolso. El guardia vive con su esposa y sus hijos en una casita alquilada en Minga Guazú, según mencionó Anthony.
“Che humilde, pero che honesto. Esto no es mío, es de una persona trabajadora igual que yo. Yo no me gané esta plata con el sudor de mi frente", fueron las palabras que Alfredo expresó a Anthony al entregarle sus pertenencias. “Me alegré mucho. Me sorprendió que me devolvieran la riñonera; yo ya la daba por perdida, pero este señor honesto y trabajador me devolvió tal cual”, manifestó Anthony a ABC Color.
Asimismo, contó que el guardia le pidió que contara y verificara que todas sus pertenencias estaban en la riñonera. Antes, el guardia le comentó a Anthony que abrió la riñonera para buscar documentos y averiguar quién era el dueño de lo que había hallado. Fue así como encontró una tarjeta personal con los datos, y se comunicó con él.
Anthony es propietario de una agencia de viajes, y como agradecimiento ofreció llevar a Alfredo y su familia a conocer el Parque Acuático de Foz de Yguazú. En principio, se negó a aceptar dicho premio, pero finalmente agradeció el gesto y accedió “para que sus hijos tomen ese ejemplo y vean que siempre habrá una recompensa para las personas de honestas y de buen corazón”.
“No todo está perdido; todavía hay muchísimas personas de buen corazón, honestas. Quiero que esto se comparta, porque este señor merece que todos sepan lo buena persona que es”, escribió Anthony en sus redes sociales.