“Recuperaremos la soberanía nacional. Los apurados a llamar a licitación para la construcción de Aña Cua perderán su tiempo porque el próximo presidente romperá el acuerdo”, había exclamado aún en campaña el entonces candidato a la presidencia Mario Abdo Benítez, en un mitín en Paraguarí.
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Sin embargo, no solo mintió al respecto, sino que actualmente ya fueron licitadas las obras del brazo Aña Cuá puso a operar a favor del pacto al principal sospechado en torno al acuerdo entreguista de Itaipú, el vicepresidente Hugo Velázquez Moreno.
“El motivo de mi visita es solicitarle a los senadores el rechazo del proyecto de dejar sin efecto el acuerdo sobre Yacyreta”, indicó Velazquez tras una reunión esta mañana con la bancada de Colorado Añeteté en la Cámara Alta, a fin de bregar por el acuerdo que antes repudiaban.
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Afirmó que una vez que asumieron el poder, vieron la luz sobre este pacto, que consideran que si bien es “perfectible”, es beneficioso para nuestro país. “Totalmente (conviene), si a lo mejor puede seguir siendo perfectible el acuerdo, de US$ 19.000 estamos bajando a US$ 4.000 (el monto de la deuda). Además por primera vez en la historia, Yacyretá ha aportado al Estado paraguayo cerca de US$ 120 millones”, justificó.
Sin embargo, nuestro país tiene todos los elementos para demostrar que la deuda por la construcción de la Binacional, compartida con la Argentina, ya se pagó hace rato teniendo en cuenta que el vecino país fue el principal beneficiado con la energía cedida por Paraguay.
“Si, pero ya dentro de nuestro gobierno se había aprobado tanto en la Cámara de Diputados como Senadores, así que ya estuvimos de acuerdo hace bastante tiempo”, planteó Velázquez en defensa del cambio radical de postura del Gobierno. El vicepresidente fue cuanto menos impreciso -o mentiroso- en parte de esa afirmación, ya que el acuerdo se aprobó en junio de 2018, cuando aún estaba en ejercicio Senado anterior y en el Gobierno de Cartes.
Recién en julio del año pasado ya con los nuevos diputados se aprobó en esa cámara. Actualmente existe un proyecto de ley de la oposición que plantea derogar el acuerdo, y existe cierta discusión si dicho mecanismo sería efectivo y legal, ya que algunos argumentan que una ley nacional -en el orden de prelación de la leyes- está por debajo de una acuerdo internacional.
“En rigor, constitucionalmente el tratado está por encima de la ley pero esto todavía no se perfeccionó, el tratado, porque falta todavía en el Congreso de la Argentina”, consideró el vicepresidente.
Un gestor con negros antecedentes
El vicepresidente de por sí despierta desconfianza como “nexo” para el lobby a favor del cuestionado acuerdo, no solo por sus negros y recientes antecedentes vinculados al acuerdo entreguista de Itaipú, sino desde sus orígenes como agente fiscal en Ciudad del Este.
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Velázquez fue ligado al abogado José “Joselo” Rodríguez, quien operó a favor de una empresa brasileña para lograr un acuerdo para la compra de energía paraguaya, todo esto en el marco de la firma de un acuerdo bilateral que finalmente tuvo que ser deshecho y casi le costó el cargo al presidente Mario Abdo Benítez y al propio Velázquez.
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A su extenso “prontuario”, ahora hay que sumarle algunas “joyas” de su equipo, como dos de los tres jueces que otorgaron una condena irrisoria y ofensiva a culpables de abuso a niños. “Somos compañeros de fútbol (con el juez Jorge Giménez) y con el otro fuimos compañeros en la época de fiscal (respecto al juez Hugo Ríos)”, reconoció Velázquez, pero negó haber tenido injerencia en el nombramiento de los mismos.