Los lugareños indicaron que en marzo pasado fue habilitado un enorme depósito, para unos 75 mil toneladas de grano, que se encuentra al costado de la población y en los días embarque la zona es cubierta de polvo y partículas de los granos, como soja y maíz.
Además de esto los vecinos no pueden dormir del ruido ensordecedor que generan las máquinas y aseguraron que muchos ya tienen problemas en la piel y en la respiración, por lo que exigen una investigación.
“Estamos viviendo en un ambiente completamente insalubre, nuestras casas están cubiertas de polvo y de una gran cantidad de partículas que provienen de la planta de Sarcom SA, y los días que trabajan tenemos que estar encerrados en nuestras piezas”, expresó la presidenta de la Comisión Vecinal, Francisca Arias.
Dijo además que hay días en que un fuerte olor a podrido invade la zona y que impide hasta comer, por lo que enormes ratas llegan a sus casas. Los vecinos indicaron que la situación es insostenible y esperan que la municipalidad y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) intervengan, debido a que ya recibieron las denuncias correspondientes.
Arias explicó también que ya se reunieron con los responsables de la empresa y que se comprometieron a mitigar el impacto en la sociedad, pero no fueron más que simples promesas.
“Ya hemos denunciado en la municipalidad y el Mades sobre la situación y para este martes la Junta Municipal nos convocó para una reunión y buscar una salida a este problema, porque la situación es insoportable”, expresó Arias.
Pos su lado, la directora de Salubridad de la Comuna, Dahiana Soley, manifestó que llegaron a la firma para una verificación, a raíz de la denuncia de los lugareños, y que los directivos no permitieron el ingreso.
Por su parte, el director de Recursos Humanos de la firma cuestionada, Carlos Silvero, indicó que en la planta de San Antonio no se manipula ningún tipo de agrotóxicos que puedan dañar la salud de los vecinos. Dijo que en la planta solo se reciben, almacenan y embarcan productos orgánicos, destinados incluso al consumo humano y animal, por lo que no representan ningún peligro a la salud de los lugareños y mucho menos de los trabajadores.
Con relación al polvo dijo que es natural debido a que el producto es derivado directamente del campo y que no es producto de alguna industrialización en la planta. Agregó que se encuentran diálogo con los afectados en busca de una salida al problema.