La semana pasada, la Policía de Zeballos Cué, en Asunción, detuvo a un supuesto ladrón con el argumento de que presentaba una “actitud sospechosa”. Hubo una conversación que se filtró y en que se escucha al oficial ayudante Carlos Daniel Vázquez Martens, de la comisaría 23ª, pedirle al fiscal Víctor Maldonado que procese al joven Ángel Pedro Amor Garay Candia (25).
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El agente del Ministerio Público pidió pruebas de la supuesta resistencia que tuvo Garay o algún elemento para poder procesarlo. La Policía no se lo dio y el fiscal ordenó la liberación del detenido porque no tenía orden de captura ni tampoco fue pillado en flagrancia cometiendo un delito.
Garay sí tiene antecedentes judiciales por hurto y violencia familiar, pero compurgó sus penas. Los vecinos lo señalan como un ladrón desde que era adolescente. Ayer, una organización vecinal llamada “Todos por Zeballos Cué” pidió al Ministerio Público de la zona que se investigue al fiscal por su decisión.
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Maldonado conversó este viernes con radio ABC Cardinal y se mantuvo en que obró bien dentro del caso. Aseguró que se trató de una detención arbitraria hecha por la Policía sin elemento alguno y lamentó, pese a reconocer el derecho a manifestarse, que una comisión vecinal quiera atribuirse funciones que corresponden a la Fiscalía. “De ahí a que una comisión de seguridad se erija para determinar quiénes son las personas peligrosas de un barrio (...) Estamos todos locos (...) Las denuncias existen, pero no ameritan una orden de detención o una orden de aprehensión”, dijo.
“Ocurren a diario las detenciones arbitrarias, los aprietes, las detenciones de esta clase. Es algo que la ciudadanía debería reclamar, pero acá se va a la más fácil: que (el detenido) le trató mal al policía, que le alzó la voz. En un manejo de cuartel eso que se supone que se tiene”, indicó Maldonado.
El fiscal añadió que está con la conciencia tranquila en relación a la decisión que tomó y sostuvo que tiene el apoyo del foro de derecho sobre su trabajo. Lourdes Samaniego, fiscala adjunta y esposa del vicepresidente Hugo Velázquez, pidió la investigación del policía que solicitó la detención del supuesto delincuente. “No sé cuál sería el interés en este caso. Hubo una detención de manera arbitraria. Llama la atención la forma en que se está llevando el caso”, sentenció.
“Sirve este tema para sacar a flote todo este problema de la intervención de la fiscalía en las intervenciones policiales. Me encontré, en algunos casos, con actas de procedimientos que no tienen firmas. Vienen, pasan y así van a juicio oral”, recordó.
“Hace 19 años estoy en el ejercicio del cargo. Cuando ingresé en este cargo, nos dijeron que había dos caminos: tratar de hacer bien las cosas o forrarte de plata. Siempre traté de hacer bien las cosas. No soy ningún coimero (...) Si por hacer mi trabajo me van a echar, a buena hora. Aparentemente, es un caso pequeño; después aparecen los desvaríos institucionales”, concluyó.