El titular de la Comisión de Admisión de la Expo explicó todo el proceso que se sigue para aceptar y recibir a un animal en la feria ganadera, pasando por la certificación de Senacsa en la parte sanitaria, la vacuna antirrábica, antiaftosa, contra la brucelosis, y todas las demás enfermedades que figuran en el reglamento y están obligados a verificar.
Una vez pasado este primer, los animales son estudiados en el área andrológica, en el caso de los machos, y ginecológica, para las hembras. Este proceso está a cargo de un grupo de veterinarios expertos en reproducción.
Terminado este paso pasan a la pista donde se ven las características fenotípicas, es decir, las partes externas del animal, cómo camina, si tiene problemas de aplomo, infecciones, etcétera.
Una vez aprobado este ítem, los animales entran en los galpones y son ya aptos para el pesaje que comienza el martes 9 de julio.
“Hasta este momento llevamos 500 animales inspeccionados, y todo se desarrolla bastante normal. Solo algunos animales llegaron un poco golpeados por el transporte y les damos tiempo hasta mañana para resolver esos detalles. Pero es el mínimo. Normalmente los animales rechazados no alcanzan el 2% o el 3%”.
Según opinó Rehnfeldt en base a una comparación con años anteriores, la calidad de los animales “mejoró muchísimo”, así como también la presentación. “Hoy uno ya no ve animales con ura (Ascalapha odorata) garrapatas, nuestros animales son excelentes”, enfatizó Juan Domingo Rehnfeldt.