Jeff Crider, directivo de ImaHelps, manifestó su preocupación ante las condiciones que el director luqueño, Javier Duarte, puso para llevar a cabo la misión. Dijo que no están recibiendo el apoyo necesario para realizar un exitoso servicio humanitario.
Crider, agregó que el director del Hospital de Luque desea reducir la cantidad de pacientes que serán atendidos “para evitar aglomeraciones y largas filas en el nosocomio”. También, según datos, Duarte, se habría opuesto a la utilización de la cancha Julio Correa, mismo predio usufructuado para la misión del año pasado a la cual asistieron más de 6.000 personas de todas las edades y diferentes afecciones.
Otras de las trabas por parte del galeno sería la prohibición de la vigilancia de los militares y policías para el resguardo de los voluntarios y de los pacientes. El consejo directivo de ImaHelps, señaló que “resulta fundamental el uso del campo de juegos y el control militar y policial para una mejor organización”.
Representantes de la fundación llegarán este jueves al país para mantener una reunión con el Despacho de la Primera Dama y el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) con el fin de exigir las garantías correspondientes.
“FALSAS EXPECTATIVAS”
Por su parte, Javier Duarte, negó que quiera dirigir la misión de ImaHelps y dijo que “solo quieren evitar la aglomeración de la gente en el hospital”. Comparó el servicio de la fundación con otro de menor complejidad. Indicó que su “único cuestionamiento es que la gente deba esperar muchas horas para ser atendido”.
El director también manifestó que no tiene problemas en que Policía Nacional y militares ayuden en la organización y aseguró que ya remitieron las notas correspondientes a estas instituciones y a otras para solicitar apoyo logístico.
“Lo que queríamos es organizar la misión en el hospital y utilizar todo el espacio que tenemos, porque hace frío, pero ya estamos viendo carpas como el año pasado. Si quieren usar la cancha, que entren, pero qué pasa si llueve, es por salvaguardar a la gente no más. Nos preocupa que el paraguayo, el luqueño, espere más de seis horas para ser atendido y creen falsas expectativas (sic)”, refirió.
Sin embargo, este nosocomio es cuestionado diariamente por el pésimo servicio que brinda. Muchos pacientes, ante la larga espera para ser atendidos, deciden asistir a otro hospital o incluso volver a sus casas sin consultar.
“FALENCIAS DE LA MISIÓN”
Duarte dijo que uno debe analizar las falencias de la misión y reconocer lo que se hizo bien y cuestionar lo que se hizo mal para mejorar. Indicó que existieron muchos casos en que los pacientes venían de ciudades y departamentos muy lejanos y que no fueron atendidos. Aseguró que recibieron muchas quejas.
“Los médicos, quieren evaluar al paciente en las carpas y mientras eso pasa y esperamos los estudios y análisis, el enfermo ya no llega a cirugía de hernia por ejemplo. Nosotros podemos prepararle al paciente unos 15 días antes, así llega el paciente y ya se opera. Yo no me opongo, pero quiero que mejore”, argumentó.