Esta tarde los senadores realizaron el estudio y consideración del proyecto de ley de reordenamiento y adecuación tributaria. Este fue aprobado con 25 votos a favor y 20 en contra.
En el tratamiento en particular, se analizaron los tres libros que componen la propuesta que hace referencia al Impuesto a la Renta, el Impuesto al Consumo y el Impuesto a la Renta Personal.
Se plantearon algunas modificaciones sin embargo, cada libro fue aceptado según lo aconsejado por la Comisión de Hacienda y Presupuesto, que sugirió la aprobación sin modificaciones.
Las únicas consideraciones que se aceptaron fueron algunas relacionadas con cuestiones de forma, pero ninguna de fondo.
El proyecto propone ajustes en el Impuesto a la Renta Empresarial (IRE), Impuesto a los Dividendos y a las Utilidades (IDU), el Impuesto a la Renta Personal (IRP), el Impuesto a la Renta de No Residentes (INR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC).
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Según representantes del Ministerio de Hacienda esta reforma impositiva nivelará la cancha en sectores que anteriormente tenían amplia deducibilidad, mientras que contribuyentes de nivel económico medio recibirán mayores beneficios.
Entre los defensores de la propuesta estuvo Silvio Ovelar. "La propuesta no constituye un aumento, lo que se busca es elevar la recaudación con un énfasis en la equidad, más justicia tributaria, más eficiencia sin levantar tasas de impuestos", indicó.
Acompañó este criterio Enrique Bacchetta. "Este proyecto no le perjudica a la clase pobre ni a la clase media, la agenda mediática hace que sea satanizado por varios sectores", agregó.
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"Acompañó la moción del líder de bancada, esto no es un impuestazo, no tocarán de la clase media ni un solo guaraní, daremos una herramienta para estar dentro del circuito legal", acotó por su parte Rodolfo Friedmann.
Payo Cubas argumentó en contra del “impuestazo” y mocionó el rechazo del proyecto y pidió la votación. Esta se dejó para el final del debate.
Carlos Filizzola explicó que su bancada está de acuerdo con una reforma tributaria, pero no con lo que plantea el Poder Ejecutivo. "Nosotros planteamos la postergación para un mejor debate de este tema, pero hay un cronograma trazado. Pero cuando los acuerdos van en contra de los intereses públicos nosotros nos oponemos", alegó.
Fidel Zavala cuestionó el “malgasto” público. Pidió combate al comercio ilegal. “Seamos eficientes, yo no quiero más impuestos a los mismos de siempre, esto golpea a la clase pobre y la clase media", subrayó.
Georgia Arrua dijo que el proyecto deja muchas cosas sueltas y que ofende tener poco tiempo debatir el tema, sin dar participación a la ciudadanía. "Las condiciones generales de la economía de nuestro país no están dadas para hacer esta reforma tributaria. Si no está acompañada de las muestras claras de un gobierno, que hizo oído sordo a los reclamos de la población", argumentó.
Esperanza Martínez se pronunció por el rechazo y lo comparó con el fallido proyecto “metrobús”. "El primer hecho importante es que los pactos políticos tienen que tener la ética de escuchar a todos y que los acuerdos de resultados sociales en la población, no se pueden hacer pactos para retroceder”, aseveró.
Víctor Ríos también planteó el rechazo y recordó que el dictamen de la Comisión de Hacienda y Presupuesto se dio en medio de una dudosa sesión. "Sabemos que esto no va a funcionar, porque es super conservador, el Estado va a seguir siendo mantenido por la clase media y los pobres", criticó.
Desirée Masi fue otra de las parlamentarias en hablar contra la reforma tributaria. “No se puede dar esta enorme discrecionalidad”, manifestó.
Amado Florentín destacó que no existe voluntad del Poder Ejecutivo para establecer una carga impositiva justa. Alegó que el peso tributario será imputado a los que menos ganan. "Esto es un engaño a la ciudadanía, se les aprieta a los ciudadanos que ganan poco y se los obligará a llevar sus registros contables lo cual es un gasto para ellos", añadió.
Eusebio Ramón Ayala a su vez, consideró que el país no está en condiciones de soportar una reforma tributaria.
Notoriamente, la mayoría de los legisladores que presentaron sus posturas durante el tiempo de debate fueron aquellos que se pronunciaron por el rechazo, por lo que se puede concluir que la aprobación del proyecto de ley ya fue establecido mediante un pacto político.
Finalmente, el pacto abdocartollanista consiguió la aprobación del proyecto pese a los numerosos cuestionamientos hechos por sectores de la oposición así como de la ciudadanía.