El pasado lunes, el secretario adjunto para Asuntos de Oriente Próximo del Departamento de Estado, Stuart Jones, denunció la supuesta existencia de un crematorio en la prisión de Saidnaya para quemar los cadáveres de prisioneros ejecutados.
“El informe (de EE.UU.) contiene frases hechas poco originales y que son de todos conocidas”, dijo en rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
Zajárova agregó que las acusaciones contra Damasco de infringir repetidamente las normas del derecho internacional “de nuevo carecen de fundamento”. En este sentido, subrayó que el ataque de EE.UU. contra la base aérea siria de Shayrat, el pasado 7 de abril, sí infringió las leyes internacionales.
La portavoz rusa instó a Washington a presentar “pruebas convincentes” que corroboren sus declaraciones, porque en caso contrario, advirtió, éstas serán consideradas como “elementos de una guerra informativa contra Siria”.
En su informe, el Departamento de Estado de EE.UU. también acusó a Damasco de usar barriles explosivos y armas químicas contra la población civil.