"El objetivo del terrorismo es destruir la diversidad de un país y de una sociedad", dijo Annalena Baerbock, ministra saliente de Asuntos Exteriores de Alemania, en un acto celebrado en su ministerio antes de que tomara la palabra Sofie Luft, joven alemana que resultó herida en el atentado de las Ramblas en Barcelona.
Luft tomó la palabra en el panel que siguió a la intervención de Baerbock y en el que también participaron Uwe Piatkowski, herido en un atentado en 1987 de un grupo terrorista vinculado a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Yibuti, y Claus Baron von Mirbach, cuyo padre fue asesinado por la Fracción del Ejército Rojo (RAF).
Esta joven, a la que los terroristas de las Ramblas rompieron una pierna en aquel atropello múltiple, lamentó, al igual que Baron von Mirbach y Piatkowski, que el Estado alemán no les hubiera proporcionado toda la ayuda que necesitaron para superar las heridas físicas y psicológicas infligidas por los terroristas.
"Me sentí sola", dijo Luft, quien describió cómo, incluso cuando volvió a Alemania tras haberse recuperado en un hospital español, ella y su familia tuvieron que buscar por su cuenta apoyo psicológico.
"Nosotros buscamos durante mucho tiempo hasta encontrar a alguien; era muy necesario. Hubiera sido más fácil alguien que nos dijera: 'he aquí cinco personas y seguro que le van atender porque es usted víctima de terrorismo'", planteó Luft.
La joven habló en presencia de la ministra del Interior saliente, Nancy Faeser, quien reconoció que la administración "tiene margen de mejora" en el trato a las víctimas.
"Para mí es importante que la burocracia desaparezca, tiene que cesar eso de que ustedes tengan que ocuparse" de recibir ayuda, señaló Faeser.
La ministra afirmó, sin embargo, que la administración también ha "hecho mucho", como ha podido verse en los equipos de acompañamiento psicológico en los últimos ataques que ha vivido Alemania en las últimas fechas, como los de Mannheim (suroeste), Múnich o Aschaffenburg (sur).
Luft, Piatkowski y Baron von Mirbach no fueron las únicas víctimas que tomaron la palabra, pues el acto incluyó un vídeo con diferentes testimonios de afectados alemanes por diferentes ataques terroristas del último siglo, incluidos los del 11-S.
Antes del inicio del acto, Baerbock, Faeser y Roland Wagner, comisario del Gobierno alemán para las víctimas del terrorismo y el extremismo, guardaron silencio cabizbajos ante flores situadas sobre el escenario del acto en memoria de los afectados por esta violencia.