Durante un mitin celebrado ayer en Washington, luego del juramento de Donald Trump para su segundo periodo como presidente de los Estados Unidos, el magnate y estrecho colaborador de Trump Elon Musk desató la polémica al realizar durante su discurso un gesto con el brazo que muchas personas consideran similar al saludo nazi.
Musk, designado por Trump como el jefe del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), estaba hablando en un mitin celebrado en el estadio Capitol One Arena.
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Al final de un discurso sobre la posibilidad de enviar astronautas a Marte, Musk – quien es el hombre más rico del mundo y consejero delegado de la agencia espacial privada SpaceX – dijo a los presentes “mi corazón está con ustedes” y levantó el brazo derecho recto hacia arriba, con la palma abierta y los dedos juntos.
Muchas personas en redes sociales señalaron que el gesto realizado por Musk parece ser muy similar al “saludo romano” adoptado por los nazis y otras organizaciones de ultraderecha, y en general considerado un símbolo fascista.
Musk y la ultraderecha
Musk, también propietario de la red social X (ex Twitter), ha usado su influencia para alimentar la “guerra cultural” impulsada por sectores conservadores de EE.UU. contra ideas de diversidad, igualdad e inclusión que descalifican con el término “woke”.
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Además, ha expresado su apoyo a facciones políticas de ultraderecha en Europa como Alternativa por Alemania (AfD), cuyo colíder asistió ayer a la ceremonia de investidura de Trump.