"No es un acuerdo en el que todo sea o blanco o negro. Es un acuerdo en que el beneficio general es alto y nuestro sector agrícola también se beneficia", declaró Hansen en una rueda de prensa posterior a la primera jornada de la reunión de ministros de Agricultura de la UE celebrada hoy en Bruselas.
En ese sentido, mencionó el sector lácteo y de los quesos con indicaciones geográficas de la UE, que según Hansen "se beneficiarán enormemente" del pacto con Mercosur.
"Pero tenemos que cuidar de los sectores sensibles (con respecto al acuerdo con Mercosur). Esto será crucial", comentó, e instó a escuchar y abordar las preocupaciones de esos sectores y de los agricultores.
A su llegada a la reunión de ministros hoy, países como Francia incidieron en su rechazo al acuerdo, y Hansen en la rueda de prensa aseguró que los ministros "tienen razón en pedir la traducción del texto negociado porque sobre esa base podrán juzgar mejor los resultados concretos alcanzados".
El comisario reconoció que ese proceso puede llevar "un tiempo" ya que el pulido jurídico "no se hace en unos momentos".
"Creo que es muy importante estar en una posición de solidez jurídica cuando se trata de las traducciones porque entonces los ministros pueden tomar decisiones bien informadas", comentó.
También recordó que la Comisión Europea negoció el acuerdo con el Mercosur sobre la base del mandato dado por los Estados miembros, y dijo que si el Ejecutivo comunitario lo cerró el viernes pasado es porque considera que el texto está "en línea" con dicho mandato.
"Ahora será el papel de los colegisladores, no solo de los Estados miembros, sino también del Parlamento Europeo hacer balance de lo que se ha logrado y después decidir sobre esa base si está en línea con las expectativas, pero esto será en el futuro", expresó.
En cualquier caso, incidió en la importancia de escuchar las preocupaciones de la comunidad agrícola.
"Eso es algo que siempre nos tomaremos muy en serio. No obstante, creo que el acuerdo tiene muchas cláusulas y mecanismos de salvaguarda", señaló.
El acuerdo, una vez sea ratificado y entre en vigor, eliminaría los aranceles que los países del Mercosur imponen hoy a coches, maquinaria, tecnología de información y comunicaciones, textiles, chocolate o vino, entre otros productos europeos.
La mayor preocupación de los países europeos detractores del acuerdo es, sin embargo, el impacto que podría tener en la UE la eliminación de los aranceles a las importaciones agrarias del Mercosur.