El resultado va en línea con las expectativas del mercado, pero supone una desaceleración con respecto al segundo y el primer trimestre de 2024, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) brasileño se expandió un 1,4 % y un 1,1 %, respectivamente.
En comparación con el tercer trimestre de 2023, la mayor economía de América Latina creció un 4,0 %, de acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Los datos indican que el PIB brasileño avanza a un ritmo interanual del 3,1 %.
El crecimiento trimestral vino impulsado por la industria y el sector servicios, con subidas del 0,6 % y el 0,9 %, respectivamente, con respecto al segundo trimestre del año.
Los servicios tienen un peso fundamental en la economía brasileña, ya que representan alrededor de un 70 % del PIB del país.
La nota negativa la puso la actividad agropecuaria, que reculó un 0,9 % entre julio y septiembre pasados, impactada por eventos climáticos adversos en las regiones productoras.
Del lado de la demanda, el consumo de los familias continúa al alza y en el tercer trimestre de este 2024 registró un crecimiento del 1,5 % frente al segundo, en un momento en que el desempleo se encuentra en mínimos históricos.
En la misma comparación, los gastos del Gobierno escalaron un 0,8 %, mientras que las inversiones de capital fijo presentaron un aumento del 2,1 %.
En el sector externo, las exportaciones cayeron un 0,6 % y las importaciones aumentaron un 1,0 % en el tercer trimestre frente al segundo.
El Ministerio de Hacienda de Brasil celebró en una nota que la economía del país "siguió creciendo a un ritmo robusto" en el tercer trimestre, a pesar de contar con "menores impulsos fiscales".
Según sus cálculos, el PIB debe continuar al alza en el último trimestre del año, aunque con una nueva desaceleración, que atribuyó a los elevados tipos oficiales de interés, hoy en el 11,25 % anual.
"Es probable que la política monetaria más contractiva restrinja el ritmo de expansión de los préstamos y la inversión", indicó el despacho.
El Gobierno brasileño espera cerrar el año con un crecimiento del 3,3 %, ligeramente superior al 3,2 % que prevén los analistas financieros consultados por el Banco Central.
De confirmarse ese pronóstico, el país igualará el crecimiento del 3,2 % que registró en 2023 -dato revisado este martes-, coincidiendo con el primer año del mandato del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva.