"Se trata de un acto despreciable de sabotaje contra la infraestructura civil fundamental de Kosovo, que proporciona agua potable a una parte considerable de la población de Kosovo y es un componente vital del sistema energético de Kosovo", declaró Borrell en un comunicado.
El jefe de la diplomacia europea transmitió "directamente" esta tarde un mensaje de "solidaridad y apoyo" de la UE al primer ministro kosovar, así como a todos los afectados por este ataque que el club comunitario condenó "con la mayor firmeza".
Concretamente, Borrell informó de que la UE ha ofrecido apoyo a las autoridades y sigue coordinando los próximos pasos con "socios pertinentes", incluso a nivel local con la fuerza militar multinacional liderada por la OTAN en Kosovo, KFOR.
Además, explicó que la misión civil de la UE para el Estado de derecho, EULEX, está prestando asistencia a las autoridades de Kosovo "de conformidad con su mandato".
La explosión, descrita por las autoridades kosovares como fuerte y potente, se produjo sin causar víctimas hacia las 18.00 GMT del viernes, menos de 24 horas después de registrarse un ataque con una granada a un edificio municipal de la zona.
Los daños materiales, hasta ahora no cuantificados, provocaron una interrupción temporal del suministro de agua potable y de la refrigeración de dos centrales térmicas de carbón en Kosovo
Este sábado, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, reveló que varias personas habían sido detenidas en el marco de la investigación.
En ese sentido, el alto representante afirmó que el acto "criminal" debe investigarse y sus autores deben comparecer ante la justicia.
"La UE hace un llamamiento a todas las partes interesadas para que cooperen plenamente con las autoridades de Kosovo y seguirá de cerca la evolución de la situación", declaró Borrell en la víspera de terminar su mandato.