Así, la relación entre Washington y los países subsaharianos ha estado marcada por la baja presencia de los líderes políticos estadounidenses, que contrasta con el importante peso de esa parte del mundo en sus políticas geoestratégicas.
Barack Obama (2009-2017) fue el último presidente en visitar la región, en tres viajes durante los dos mandatos en los que ocupó la Casa Blanca. La primera de esas visitas, en 2009, lo llevó a Ghana, donde visitó el Castillo de la Costa del Cabo, una fortificación que se utilizó para el tráfico transatlántico de esclavos.
Un segundo viaje en 2013 lo llevó a Senegal, Sudáfrica y Tanzania, donde se reunió con líderes políticos y empresarios, así como con representantes de la sociedad civil, y visitó la prisión de la isla de Robben, donde el expresidente sudafricano Nelson Mandela (1994-1999) pasó cerca de veinte años por su militancia contra el régimen segregacionista del ‘apartheid’.
Obama viajó finalmente al país natal de su padre, Kenia, en un tercer viaje al continente en 2015, que lo llevó también a Etiopía.
El entonces presidente estadounidense fue criticado por el alto coste del despliegue de seguridad durante su estancia en Kenia, país que había vivido el peor ataque yihadista de su historia meses antes, cuando 148 personas murieron en el asalto a la Universidad de Garissa perpetrado por el grupo yihadista somalí Al Shabab en abril.
Los Bush y Clinton
Antes de Obama, visitó también África subsahariana el republicano George W. Bush (2001-2009), que realizó su primer viaje oficial a la región en 2003, cuando visitó Senegal, Nigeria, Sudáfrica, Botsuana y Uganda y se reunió con sus homólogos de esos países.
Ese desplazamiento se dio en un momento en el que la imagen internacional de su Gobierno se había visto deteriorada debido a la guerra de Irak (2003-2011).
El segundo y último viaje de Bush a la región fue en 2008 e incluyó cinco países -Benín, Tanzania, Ruanda, Ghana y Liberia - con el fin de evaluar los avances del programa contra el VIH/sida de su Gobierno, entre otros asuntos.
También su padre, George H.W Bush (1989-1993), viajó en 1993 a un país subsahariano: Somalia. El mandatario visitó entonces al personal militar desplegado para facilitar la ayuda humanitaria en el sur del país.
El antecesor demócrata en la Casa Blanca de George W. Bush, Bill Clinton (1993-2001), viajó a África subsahariana en dos ocasiones: en 1998 y el año 2000.
En la primera visita, fue a Ghana, Uganda, Ruanda, Sudáfrica, Botsuana y Senegal, en una gira que duró 12 días y que fue la visita más larga de un presidente estadounidense en África.
En Ruanda, Clinton se reunió con supervivientes del genocidio de 1994 y en Sudáfrica con Mandela, además de visitar la prisión de la isla de Robben, como haría más tarde Obama.
Dos años después, Clinton se reunió en Nigeria con Olusegun Obasanjo, el primer presidente elegido democráticamente en el país en 16 años en los comicios de 1999.
La primera visita oficial
También había visitado Nigeria, pero en 1978, el presidente Jimmy Carter (1977-1981). El ahora centenario hizo así historia como el primer mandatario estadounidense en realizar un viaje oficial a África subsahariana.
Al visitar el país más populoso del continente -con una población actual de más de 213 millones de habitantes- y una de las principales economías, Carter intentó iniciar una nueva relación entre EE.UU. y la región. La segunda parada de ese viaje fue Liberia.
Antes, el presidente Franklin D. Roosevelt (1933-1945) ya había visitado tres países subsaharianos, pero no en un viaje oficial, sino en escalas de algunas horas.
Roosevelt se detuvo en 1943 en Gambia, Liberia y la entonces África Occidental Francesa (que comprendía varios territorios coloniales franceses, incluyendo los actuales Senegal o Mauritania, entre otros).
El mandatario hizo esas paradas en sus viajes de ida y vuelta, primero a Marruecos, para acudir a la conocida como Conferencia de Casablanca, y después a Egipto, para participar en la Segunda Conferencia de El Cairo.
En ambas reuniones, el presidente estadounidense se reunió con el entonces primer ministro británico, Winston Churchill, y también con el presidente turco Mustafa İsmet İnönü en el segundo caso, para discutir su estrategia en la Segunda Guerra Mundial.