"La asociación con IRENA representa un paso fundamental en nuestros esfuerzos por desarrollar la energía geotérmica en la OECS. Al fomentar una sólida participación de las partes interesadas, podemos garantizar que se escuchen las voces de nuestras comunidades", indicó en un comunicado el director de proyectos de la Comisión de la OECS, Ernie Stapleton.
La OECS, con sede en Santa Lucía, está integrada por este país, Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Montserrat, Anguila y las Islas Vírgenes Británicas.
La organización regional explicó que va a crear una hoja de ruta completa para instar a la participación de todas las partes interesadas en el desarrollo de la energía geotérmica en los Estados miembros, en particular en Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas, a través del Programa "Geobuild" de la Comisión de la OECS.
El programa pretende aprovechar el potencial geotérmico de la región para proporcionar soluciones energéticas sostenibles, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y promover la resiliencia económica.
"Geobuild" está financiado por el Banco de Desarrollo del Caribe (BDC), con sede en Barbados, con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo de Inversión para el Caribe de la Unión Europea (EU-CIF) a través de la Iniciativa GeoSmart del BDC.
"Basándose en el éxito de Guadalupe, que lleva generando energía geotérmica desde 1986 y está ampliando su capacidad, Dominica está preparada para hacer historia como la primera central geotérmica de la OECS anglófona y de la Comunidad del Caribe (Caricom) a finales de 2025", precisó la Comisión de la OECS.
Por su parte, la directora de Programas de la Unidad de Energía Sostenible de la Comisión de la OECS, Judith Ephraim, afirmó que la organización mantiene su compromiso de promover soluciones energéticas sostenibles que se alineen con los objetivos regionales de resiliencia climática y desarrollo económico.
De acuerdo a la OECS, el proyecto fomenta la participación inclusiva de la comunidad, capacitando a las aldeas cercanas a los yacimientos geotérmicos para que participen activamente en los procesos de toma de decisiones y expresen sus preocupaciones.
Además, se centra en el desarrollo de capacidades dotando a las partes interesadas de conocimientos y aptitudes esenciales.
"Desde el punto de vista económico, el aprovechamiento de los recursos geotérmicos puede crear puestos de trabajo, estimular las economías locales y reducir los costes energéticos para los consumidores y desde el punto de vista medioambiental, proporciona una fuente de energía limpia y renovable que reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles fósiles", concluyó la OECS.