La creación de zonas y corredores de energía verde figura, de hecho, entre las iniciativas de esta COP29, organizada por Azerbaiyán, importante socio de Europa en materia de petróleo y gas, que según la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) paradójicamente no ha aprovechado aún su "significativo potencial" en renovables.
Las renovables en el mundo
En su último informe anual, publicado en octubre, la IEA estima que la capacidad de las energías renovables se va a multiplicar por 2,7 entre 2022 y 2030, por debajo de la meta que se marcaron los cerca de 200 países participantes en la anterior cumbre sobre el cambio climático, que tuvo lugar en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).
Pero triplicarla es posible si los Gobiernos aprovechan las oportunidades de acción a corto plazo, lo que pasa por que cada uno diseñe "planes audaces" para el próximo año y más cooperación internacional para reducir los altos costes de financiación en regiones en desarrollo como África y el Sudeste Asiático.
En el mejor de los escenarios, la capacidad mundial acumulada de electricidad renovable para 2030 rondará los 10.800 gigavatios (GW) -el compromiso de la COP28 hablaba de 11.500 GW-, de los cuales un 48 % se localizaría en China; un 13 %, en la Unión Europea, y un 9 %, en EE.UU.
Lejos, con un 2 %, aparece África Subsahariana, donde se esperan casi 90 GW de nueva capacidad renovable de aquí a final de década. Ello elevará la actualmente instalada en la región en unas 2,5 veces. A este avance contribuirá principalmente Sudáfrica.
Fuera de aquel territorio, la hidráulica liderará las incorporaciones en Etiopía (7,3 GW), donde se levanta la faraónica Gran Presa de Renacimiento, en el Nilo Azul; Tanzania (3,3 GW) y Angola (2,6 GW). Mientras que la solar fotovoltaica guiará el crecimiento de las renovables en Nigeria (14,5 GW) y Kenia (2,5 GW).
También con el 2 % se sitúa Oriente Medio y el norte de África, donde la capacidad renovable está previsto que se triplique hasta los 150 GW en 2030 impulsada por el atractivo de la eólica 'onshore' -sobre todo en Arabia Saudí, Omán y Egipto, como fuente de producción de hidrógeno renovable.
Las metas de España
Para Europa, la IEA estima que la capacidad renovable acumulada pase de los 894 GW en 2023 a los 1.600 GW en 2030, un incremento que sustentan siete países, liderados por Alemania, seguido de Reino Unido, Italia, Turquía, Francia, España y Países Bajos.
Ciñéndose a la Unión Europea, anticipa una capacidad de generación renovable de 1.105 GW, esto es, un 11 % por debajo de los objetivos del plan REPower de Bruselas.
Aunque mantienen sus perspectivas para el continente, los autores rebajan el optimismo en lo referente a la solar fotovoltaica en Polonia y España al ver una ralentización "inesperada" del crecimiento en 2023 que atribuyen a la inflación, la incertidumbre económica y una menor preocupación por la seguridad de suministro.
Es más, España, que será el segundo país de la Unión Europea con más GW renovables en volumen, sólo superado por Alemania, será uno de los Estados en los que estas instalaciones se quedarán por detrás de los planes nacionales. En el lado opuesto estarán Francia, Polonia, Suecia o Bélgica.
Recientemente, el Ejecutivo español ha remitido a la Comisión Europea la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) para 2021-2030, en el que presume de haber sido el primer gran país europeo en el que la generación eléctrica renovable ha cubierto más del 50 % de la demanda.
Una de sus principales actuaciones es el impulso a las renovables. Para 2030, España espera tener instalados 62 GW de eólica, 76 GW de fotovoltaica, 1,4 GW de biomasa y 22,5 GW de almacenamiento. A cierre de 2023, el sistema nacional disponía de 30,8 GW de eólica y 25,5 GW de fotovoltaica, conforme a los datos de Red Eléctrica.
En España, como el resto de la región, uno de los grandes obstáculos a la instalación de renovables ha venido siendo la burocracia.
Sin embargo, la polémica entre las energéticas y el Gobierno a cuenta del gravamen, hasta ahora temporal y extraordinario sobre la actividad no regulada de estas compañías en el país, ha disparado los temores a que millones de euros de inversión en proyectos de energías limpias puedan deslocalizarse hacia territorios con una normativa más favorable para las empresas, como EE.UU.
El Pniec 2023 calcula que, hasta 2030, se movilizará una inversión total de 308.000 millones de euros, de los que un 82 % será privada y un 18 %, pública (un 13 % de fondos europeos). El 37 % de esta cantidad se destinará a energías renovables.
Tarea pendiente para el anfitrión
El estado de las renovables estará en la agenda de esta COP29, en la que los expertos confían que se aumente la ambición de los países. El escenario será Azerbaiyán, un país con un importante potencial de estas energías limpias -eólica, solar e, incluso, hidráulica, biomasa y geotérmica- "sin explotar", a ojos de la IEA.
Tras su paso por Emiratos Árabes Unidos, la conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima vuelve a celebrarse en un Estado con una notable tradición fósil. Hasta hace poco, su política energética se ha centrado en desarrollar sus importantes recursos de petróleo y gas.
No obstante, a principios de 2020 firmó contratos importantes para construir capacidad eólica y solar, y en mayo de 2021, su Parlamento aprobó la Ley sobre el uso de recursos renovables en la producción eléctrica.