El portavoz de la Guardia Costera china, Liu Dejun, declaró este viernes que el 14 de noviembre Filipinas envió un buque civil para entregar suministros al navío militar Sierra Madre, una acción llevada a cabo con el permiso previo de China.
Durante la operación, la Guardia Costera supervisó todo el proceso en las aguas del arrecife (conocido en Filipinas como Ayungin y en China como Ren'ai) y llevó a cabo consultas para confirmar la situación.
El comunicado, divulgado a través de la cuenta oficial de la Guardia Costera en la plataforma WeChat -similar a WhatsApp, censurada en el país asiático-, subraya que China espera que Filipinas cumpla con sus compromisos y actúe de buena fe para cooperar en la gestión de la situación marítima en la región.
"Esperamos que Filipinas actúe de acuerdo con sus promesas y trabaje junto con China para mantener la estabilidad", afirmó Liu.
La Guardia Costera reiteró su intención de continuar con las actividades de aplicación de la ley para proteger sus derechos en las islas Spratly y las aguas circundantes, incluyendo el arrecife Ren'ai, conforme a la legislación vigente.
La disputa territorial entre Pekín y Manila se ha intensificado desde la llegada al poder de Ferdinand Marcos Jr. en 2022, quien ha reforzado su alianza militar con EE.UU. y ha adoptado una postura más firme en la defensa de su territorio.
Esta situación ha contribuido a la escalada de tensiones en el mar de China Meridional, donde ambos países mantienen reclamaciones territoriales sobre una zona estratégica que alberga el 12 % de los caladeros mundiales y posibles yacimientos de hidrocarburos, además de ser una ruta clave para alrededor del 30 % del comercio global.
Filipinas busca alinear sus políticas con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) para reafirmar sus derechos en su zona económica exclusiva, mientras China sostiene sus reivindicaciones basada en argumentos históricos, lo que ha llevado a incidentes frecuentes entre embarcaciones de ambos países.