El ataque más letal tuvo lugar en la localidad de Jan Yunis, en el sur del enclave, donde un bombardeo contra una residencia familiar mató a al menos ocho personas.
En la localidad de Rafah, el punto más meridional de Gaza y prácticamente desierto tras más de seis meses de asedio por parte de las fuerzas israelíes, tres cadáveres fueron trasladados al Hospital Naser, que gestiona Médicos Sin Fronteras (MSF) y la ONG UK-Med.
Mientras, en el centro del enclave, al menos seis personas murieron en un bombardeo contra un grupo de gente en el campamento de refugiados de Al Maghazi, al tiempo que el Ejército israelí reanudó los ataques contra el vecino campamento de Al Bureij, donde murió una persona.
En el norte, donde Israel mantiene una dura ofensiva y cerco militar desde hace más de un mes, que ha causado más de 1.000 muertos y la huida de alrededor de 100.000 hacia el sur, al menos once personas murieron en una serie de ataques contra las localidades de Yabalia y Beit Lahia.
En la también norteña Ciudad de Gaza, que hasta ahora se ha librado del grueso de la ofensiva israelí, tres personas murieron en un ataque cerca de una escuela en el barrio de Shij Radwan.
El miércoles por la noche, el grupo humanitario MSF, que da una asistencia médica esencial en un territorio en el que Israel ha atacado y dejado inoperativos la mayoría de su infraestructura sanitaria, dijo que no recibieron aviso previo antes de un bombardeo contra la zona costera de Mawasi, en Jan Yunis, que tuvo lugar a apenas 250 metros de una de sus clínicas.
"La explosión fue enorme. No recibimos una orden oficial de evacuación de las fuerzas israelíes, nos avisaron los residentes", dijo en un comunicado Myriam, coordinadora de MSF en Gaza.
En la clínica había unos 500 pacientes y cuidadores, y una planta desalinizadora resultó dañada, según el grupo.