En su discurso durante la ceremonia de inauguración de la embajada, el jefe de la diplomacia argelina afirmó que la apertura de la embajada de Nicaragua en Argel se produce pocos meses después de la inauguración oficial de la embajada de su país en Managua.
"Este logro diplomático llega en el contexto de una dinámica muy positiva en los vínculos de hermandad, solidaridad y cooperación entre Argelia y Nicaragua", dijo Attaf, que señaló que ambos países "renovaron su compromiso de allanar el camino para la consolidación de sus relaciones bilaterales, abriendo nuevos horizontes para el desarrollo de estas relaciones y sentar nuevas bases para alcanzar mayores niveles de cooperación económica y coordinación política".
Attaf dijo que se produce en celebración de más de 43 años de solidaridad para apoyar causas justas en el mundo y apoyar la cooperación entre los países del sur, incluyendo entre África y América Latina para apoyar las aspiraciones del Sur dentro del Grupo de los 77 + China y el Movimiento de Países No Alineados y Apoyar un nuevo orden internacional basado en la igualdad, la justicia y la inclusión.
"Estamos particularmente orgullosos de la lealtad de nuestros dos países a estos ideales y principios que moldearon su identidad a nivel internacional, y son los principios que encendieron nuestras inolvidables luchas históricas, la lucha de Argelia contra el colonialismo y la lucha de Nicaragua contra la dictadura", dijo el ministro argelino.
Por su parte, el embajador de Nicaragua en Argelia afirmó que las relaciones entre los dos países se construyen sobre la solidaridad en la lucha contra el colonialismo y el antiimperialismo, así como un fuerte apoyo al pueblo saharaui y a Palestina.
"Nicaragua reconoce y se suma a los esfuerzos de Argelia para lograr un alto el fuego y buscar la paz que anhelan nuestros pueblos, así como el pleno reconocimiento del Estado palestino en las Naciones Unidas y el fin del colonialismo en el Sáhara Occidental, última colonia en África", dijo el embajador nicaragüense.
Los dos países establecieron relaciones diplomáticas en 1981 y comparten una serie de valores que guían sus respectivas políticas exteriores, como el apoyo a la lucha del pueblo de Palestina y del Sáhara Occidental por su libertad y autodeterminación.