La ley para regular el suicidio asistido en Inglaterra impondrá “estrictas salvaguardas”

LONDRES. La proposición de ley para regular en Inglaterra y Gales el suicidio asistido establecerá las protecciones y salvaguardas “más estrictas” de cualquier legislación del mundo, según dijo este martes la diputada laborista Kim Leadbeater, que ha impulsado el documento.

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La diputada mantuvo hoy un encuentro con medios de comunicación en Westminster -la sede del Parlamento británico- tras la publicación anoche de la proposición de ley, que tendrá que ser debatida antes de ser votado en la Cámara de los Comunes (baja) el próximo día 29.

Será la primera vez en casi una década que este polémico asunto será debatido en los Comunes y el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, ya ha avisado de que dará libertad a cada diputado de su partido para que vote en conciencia.

En virtud de la propuesta, de progresar su tramitación, solo serían elegibles para acogerse a esta ley los adultos que padezcan una enfermedad terminal y a quienes les queden, según el pronóstico médico, menos de seis meses de vida, y que tengan un expreso deseo de terminar con su vida.

Además, la proposición de ley, un documento de unas 40 páginas, establece que sería "ilegal" y estaría penado con sentencias de prisión de un máximo de hasta 14 años que una persona persuadiera a otra "de manera deshonesta, mediante coerción o presión" para que declarara que quiere terminar con su vida o que indujese a otro a autosuministrarse fármacos para morir.

Conforme a esta legislación, los enfermos terminales que hayan residido en Inglaterra y Gales durante al menos 12 meses tendrían que suministrarse la medicación prescrita ellos mismos.

"No queremos una legislación cambiada, queremos una buena legislación", indicó hoy la parlamentaria laborista.

Leadbeater señaló que "sabía que necesitaba hacer algo que realmente supusiera una diferencia" y afirmó que el proyecto de ley es "una oportunidad" para mostrar lo mejor del Parlamento.

La parlamentaria observó que "no importa lo buenos que sean los cuidados paliativos, algunas personas tienen ahora mismo una muerte horrible, espantosa".

Por su parte, la conservadora Kit Malthouse, señaló asimismo que incluso si un enfermo terminal dispone de la mejor atención paliativa del mundo, algunas personas "simplemente quieren un final diferente" y tener "la opción" para ello.

Malthouse agregó que parece "imposible" negar a esas personas la elección en el momento en el que más lo merecen.

Los críticos de esta legislación consideran que el trámite parlamentario se ha acelerado “con una prisa indecente” y creen que los parlamentarios no dispondrán del tiempo suficiente para poder analizar bien la legislación antes de la votación el día 29, un extremo que ha rechazado Leadbeater.

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