La cima del Fuji, de 3.776 metros de altitud y situada entre las prefecturas de Shizuoka y Yamanashi, al oeste de Tokio, suele mostrar sus primeros trazos blancos a principios de octubre, pero las temperaturas extremadamente cálidas durante los últimos meses han hecho que no se hayan producidos nevadas hasta ahora.
El clima cálido había persistido en las últimas semanas, con una temperatura media en la cumbre de 1,6 ºC durante el mes pasado, la más alta para octubre desde que comenzaron los registros en 1932, y 3,6 ºC superior a la media.
En 2023, la primera vez que se vio nieve en el monte fue el 5 de octubre, mientras que el antiguo récord de demora de este suceso meteorológico en este famoso paraje se registró en 1955 y 2016, cuando nevó el 26 de octubre de ambos años.
Este año, Japón vivió su verano más caluroso de la historia, con temperaturas que superaron los 40°C en los días más extremos entre junio y agosto. En septiembre, las temperaturas continuaron siendo más altas de lo habitual, con cerca de 1.500 zonas del país alcanzando días "extremadamente calurosos" por encima de los 35°C.
Además de registrar nuevos récords meteorológicos, el monte Fuji es uno de los parajes naturales o lugares de interés cultural de Japón que ha comenzado recientemente a aplicar medidas para frenar el impacto del sobreturismo.
La vista de la montaña nevada es uno de los mayores atractivos del país durante el año, una cima visible desde la capital nipona en días despejados y que, también, ocupa un lugar destacado en las obras de arte históricas japonesas.