“Ciertamente, las amargas consecuencias (del ataque) serán inimaginables para los ocupantes (Israel), dijo Salamí en declaraciones recogidas este lunes por IRNA.
El militar calificó el ataque del sábado como una “acción ilegítima e ilegal” y un “error de cálculo” de Israel, además de una muestra de su impotencia en el campo de batalla “en Gaza y Líbano”.
El jefe del cuerpo de élite realizó las advertencias ayer, en un mensaje de condolencias al Ejército por la muerte de cuatro de sus efectivos en el ataque israelí contra objetivos militares en tres provincias iraníes, y la de un civil.
“Expreso mis condolencias a ustedes, a los valientes comandantes y personal del Ejército, así como a las honorables familias de los fallecidos”, indicó el militar.
El ataque israelí fue una respuesta al bombardeo con unos 180 misiles de Irán contra Israel el 1 de octubre, que fue a su vez una represalia por los asesinatos del líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala, en Beirut y del líder de la milicia palestina Hamás, Ismael Haniyeh, en Teherán en julio.
Las autoridades iraníes han respondido al ataque del sábado con cierta cautela. Las Fuerzas Armadas han asegurado que el país sufrió solo “daños limitados” en “algunos radares”.
El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, defendió ayer el derecho de su país a responder a la agresión israelí, pero aseguró que no busca una guerra.
Por su parte, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, afirmó que sería un error restar importancia al ataque, pero su tono fue más moderado que en otras ocasiones.