"Vivimos un momento en el que incluso en mi país asistimos a un resurgimiento de fuerzas nacionalistas y de extrema derecha que pretenden debilitar o socavar la democracia. Esto me preocupa, pero también me da determinación", dijo el jefe de Estado alemán en el acto en que se conmemoró la masacre de Marzabotto, pueblo del norte de Italia donde los nazis mataron a 770 personas en 1944.
En el evento, Steinmeier pidió perdón en nombre de Alemania por esta matanza cometida por las SS durante la ocupación alemana de Italia. Fue la mayor masacre perpetrada por los nazis en Europa Occidental durante la II Guerra Mundial, y también la ejecución con más número de muertos de la historia de Italia.
El presidente alemán remarcó que "el nacionalismo excesivo lleva a la guerra" y agregó que "la democracia, incluso después de haber sido conquistada, nunca es un hecho".
En estos últimos tiempos, la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AFD) ha experimentado un notable ascenso electoral en Alemania y es un actor con creciente peso, con capacidad de ejercer mayor presión al Ejecutivo del canciller socialdemócrata alemán, Olaf Scholz.