Los fallecimientos por siniestros viales subieron un 64 % en comparación con 2019, año en el que las fiestas duraron también 5 días, mientras que este año se registraron seis asesinatos más que entonces.
El subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, explicó que la mayoría de los asesinatos ocurrieron en la capital y estuvieron "marcados por el uso de armas de fuego, de criminalidad y de drogas".
"Tenemos una deuda pendiente con reducir la cantidad de armas que circulan en nuestras calles", admitió Vergara.
El jefe de la zona Santiago Oeste del cuerpo policial de Carabineros, Juan Muñoz, agregó por su parte que muchos de los crímenes "podrían estar asociados a ajustes de cuentas, a disputas entre organizaciones criminales".
Las autoridades negaron que se esté "normalizando", luego de que la ministra del Interior, Carolina Tohá, dijera el fin de semana que la cifra de muertos en episodios de violencia criminal es "habitual", lo que despertó muchas críticas en la oposición de derecha.
"La prioridad hoy es capturar a los culpables de estos homicidios y que la justicia no los deje impunes. Si hubo malos entendidos, que quede claro: Cada homicidio es irreparable e inadmisible", indicó este lunes en su cuenta X la ministra.
Chile vive desde hace unos años una crisis de inseguridad motivada por la llegada al país del crimen organizado trasnacional y la sensación de inseguridad no para de crecer, con el crimen convertido en la mayor preocupación ciudadana, por encima de la inflación o el desempleo.
La tasa de homicidios ha pasado desde los 4,5 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018 a los 6,3 homicidios en 2023, pero el país sigue siendo uno de los países más seguros de Latinoamérica, donde la tasa fue de 20 por cada 100.000 habitantes el año pasado, según la plataforma especializada InSight Crime.
El Gobierno ha puesto en marcha distintas medidas para enfrentar la delincuencia y aplicó este año el mayor aumento en los presupuestos destinados a seguridad de los últimos ocho años, pero la oposición de derechas considera que no es suficiente y reclama decretar un estado de excepción en la capital.