En una rueda de prensa celebrada en la capital, el secretario general de la Liga Tunecina de Derechos Humanos (LTDH), Mohieddine Lagha, explicó que el próximo 13 de septiembre se llevará a cabo una primera marcha nacional para pedir a las autoridades el respeto a las instituciones del Estado y a la libertad de expresión de la ciudadanía.
La Red, en la que están incluidas ONG como la histórica Asociación Tunecina de Mujeres Democráticas o las formaciones de Corriente Democrática y el Partido Republicano, aseguró que permanece abierta a todos los actores de la sociedad civil y de la escena política que compartan los mismos principios.
El objetivo es "denunciar las restricciones sufridas por candidatos y electores observadas durante este período preelectoral y llamar al respeto de las instituciones del Estado y sus decisiones así como al respeto del derecho a expresarse libremente en los asuntos públicos".
Según Human Rights Watch (HRW), desde el inicio del período electoral, el pasado 14 de julio, las autoridades han procesado, condenado o detenido al menos a nueve candidatos potenciales; por lo que acusó a la instancia electoral de "interferencia política" a favor del presidente Kais Said, que se arrogó plenos poderes en 2021 para "preservar la paz social" y que aspira a un segundo mandato de cinco años.
La Instancia Electoral Independiente de Túnez (ISIE), cuya directiva fue nombrada unilateralmente por Said en 2022, es acusada por la sociedad civil de falta de neutralidad, especialmente después de haber rechazado la implementación de las sentencias del Tribunal Administrativo -legalmente irrevocables- de readmitir a tres aspirantes en la carrera presidencial.
Después de que se hayan rechazado 14 de las 17 candidaturas presentadas, el mandatario competirá contra el exdiputado Ayachi Zammel, en detención provisional desde el lunes y a la espera de un juicio por un supuesto delito de falsificación de patrocinios; y contra el secretario del partido nacionalista árabe Movimiento del Pueblo, Zouhaier Maghzaoui.
Organizaciones nacionales e internacionales advierten de "las amenazas a la credibilidad" de estos comicios en los que están llamados a votar nueve millones de ciudadanos mientras Said asegura que la ciudadanía "no aceptará entregar el país a personas con poco patriotismo".