En el marco de su reclamo, los sindicatos convocan a los trabajadores a asambleas informativas en diversos aeropuertos desde el pasado 19 de agosto, alterando la operación de las empresas, con demoras, cancelaciones y reprogramaciones.
Este viernes, las asambleas se hacen en el Aeroparque Jorge Newbery, de Buenos Aires, uno de los principales aeropuertos de Argentina, donde las protestas afectan a los vuelos de Aerolíneas Argentinas, empresa con la que los trabajadores están en conflicto; Flybondi, que depende en dicho aeródromo de los servicios de rampa prestados por personal de Aerolíneas Argentinas, y JetSmart.
Fuentes de la línea aérea de bajo coste Flybondi consultadas por EFE señalaron que la empresa decidió trasladar diez vuelos programados para la mañana de este viernes (cuatro llegadas y seis partidas) al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en Ezeiza (30 kilómetros de Buenos Aires), el principal del país, una adecuación que afecta a unos 2.000 pasajeros.
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Explicaron que esto es posible pues la aerolínea cuenta en ese aeropuerto con servicios propios de rampa e indicaron que, una vez finalizada la medida gremial, la operación continuará desde el Aeroparque.
“La aerolínea lamenta las molestias ocasionadas a sus pasajeros debido a medidas de fuerza adoptadas por trabajadores ajenos a la empresa”, expresó Flybondi en un comunicado.
Las operaciones de las aerolíneas con reprogramaciones
Por su parte, JetSmart no ha sufrido cancelaciones pero sí reprogramaciones y cambio de aeropuerto.
“Están afectados un total de 12 vuelos, dos de ellos internacionales, pero no tenemos cancelaciones por el momento. Solamente reprogramación de horario o modificación del aeropuerto de llegada o de partida”, indicaron a EFE desde JetSmart.
En el caso de la estatal Aerolíneas Argentinas, la protesta ha afectado este viernes a una quincena de vuelos, que mayormente han tenido que ser cancelados, según indicaron a EFE fuentes de la compañía.
Los horarios de las asambleas convocadas para este viernes fueron modificados a último momento, lo que desde la empresa es calificado como una maniobra sindical para “forzar nuevas demoras y cancelaciones con el claro objetivo de perjudicar directamente a los pasajeros”.
Como respuesta a estas acciones, que la compañía considera “huelgas encubiertas”, Aerolíneas Argentinas denunció ante la Secretaría de Trabajo la paralización total de la actividad durante las asambleas informativas, y amplió su presentación para denunciar también su cambio de horario “con la evidente intención de atacar cualquier medida paliativa posible”, según indicó la compañía en un comunicado.