Entre enero y marzo, el producto interno bruto de Reino Unido se expandió un 0,7%, poniendo fin a una leve recesión en el segundo semestre del año pasado.
“La economía británica registró un fuerte crecimiento durante dos trimestres”, afirmó Liz McKeown, directora de estadística económica de la Oficina de Estadísticas Nacionales. Según sus datos, el crecimiento del segundo trimestre estuvo impulsado por los servicios, el sector tecnológico y la investigación científica.
“El nuevo gobierno no se hace ninguna ilusión por las dificultades que hemos heredado tras más de una década de débil crecimiento económico y un agujero de 22.000 millones de libras (más de 28.200 millones de dólares) en las finanzas públicas”, reaccionó la ministra de Finanzas, Rachel Reeves.
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El partido laborista liderado por Keir Starmer alcanzó el poder el mes pasado en Reino Unido tras su victoria en las elecciones legislativas, que puso fin a 14 años de gobiernos conservadores
En campaña, los laboristas prometieron revitalizar la economía del país y la situación financiera de las familias, cuyo poder adquisitivo se hundió por la elevada inflación.
El incremento de precios, que había llegado al 11% a finales de 2022, se ha moderado y la inflación en julio se situó en un 2,2%, dos décimas por encima que en el mes anterior.