“Hay una creciente inseguridad a nivel internacional y pienso que China es, inevitablemente, un interlocutor muy importante para abordar todas estas dinámicas”, declaró Meloni al inicio de su reunión con Xi.
Meloni llegó el sábado a Pekín, en la que es su primera visita al país asiático desde que asumió el cargo, en 2022.
El objetivo del viaje, que terminará el miércoles, es “revitalizar las relaciones bilaterales en los sectores de interés común”, según una fuente gubernamental italiana.
Principales cuestiones
Meloni conversará con los dirigentes chinos sobre “las principales cuestiones del orden del día internacional, empezando por la guerra en Ucrania”, indicó esa fuente.
Italia se retiró el año pasado del acuerdo con China de las “Nuevas rutas de la seda”, tras haber sido el único país del G7 en participar en ese programa de inversiones masivas de Pekín en infraestructuras en el extranjero.
Antes de su llegada al poder, Giorgia Meloni había considerado que la adhesión a esa iniciativa, con la que el presidente Xi Jinping busca aumentar la influencia de Pekín en el extranjero, era un “grave error”.
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El protocolo de acuerdo, no vinculante, entre China e Italia incluía importantes compromisos de cooperación en los ámbitos de la logística, las infraestructuras, las finanzas y el medio ambiente.
Sin embargo, la supuesta falta de transparencia del proyecto despertó la desconfianza de los aliados de Italia. Ahora, la administración de Meloni busca restablecer los lazos con China, un socio comercial clave.