“El Gobierno brasileño recuerda con pesar las decenas de vidas perdidas y reafirma su absoluto rechazo al antisemitismo y al terrorismo en todas sus formas , afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un escueto comunicado en el 30 aniversario del atentado terrorista contra la sede de la mutualista judía AMIA en Buenos Aires.
El Ejecutivo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva se manifestó un día después de que los mandatarios de Argentina, Javier Milei; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; y de Paraguay, Santiago Peña, asistieran a una ceremonia en Buenos Aires en homenaje a los 85 fallecidos y 300 heridos que dejó el atentado del 18 de julio de 1994, publicó EFE.
Atentado contra AMIA
Ese día, un coche-bomba destruyó la sede de la israelí Asociación Mutualista Argentina (AMIA) de Buenos Aires, en un ataque que la Justicia argentina atribuye a antiguos altos cargos del Gobierno de Irán y a la organización chií libanesa Hizbulá.
La manifestación de Brasil se produce en un momento de tensión en la relación bilateral con Argentina a nivel político, como consecuencia del nulo contacto entre los jefes de Estado de ambos países, que mantienen profundas divergencias ideológicas.
De hecho, el embajador de Brasil en Argentina, Julio Bitelli, viajó a Brasilia esta semana para reunirse con el canciller Mauro Vieira y encontrarse con el presidente Lula, a fin de discutir cómo “llevar la relación de la mejor forma” con el Gobierno de Milei.
El viaje del embajador a Brasilia ocurre pocos días después de que Milei hiciera su primera visita a Brasil desde que asumió el poder en Argentina, en diciembre pasado, aunque no fue para verse con Lula ni con ningún miembro del Gobierno.
Esa visita fue de carácter privado, para un congreso de la ultraderecha organizado en la ciudad de Balneário Camboriú, donde se reunió con el expresidente Jair Bolsonaro, el mayor opositor y antagonista de Lula en la política nacional.