La mujer de 39 años sufrió un trastorno del ánimo llamado “hipotimia” y “una descompensación general del cuerpo producto de todo lo sucedido y está internada”, informó la abogada Natacha Romano, sin especificar el nombre de la clínica donde permanecerá entre 24 y 48 horas internada.
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“Cuando vio los informes se angustió, entró en un estado de shock total y se desvaneció, sobre todo por las lesiones que mostró la tomografía”, detalló al medio local Radio Uno.
Horas antes, Hugo Auradou, de 20 años, y Oscar Jegou, de 21, fueron trasladados desde la sede de Interpol de la policía federal en Buenos Aires, donde estaban detenidos desde el lunes, hacia Mendoza, donde deben someterse a exámenes médicos.
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Se espera que lleguen hacia las 21H00 locales (00H00 GMT) a la ciudad del mismo nombre ubicada a 1.000 Km al oeste de Buenos Aires. La audiencia de imputación tendrá lugar hacia las 09H00 locales (12H00 GMT) del viernes, informó a AFP Martín Ahumada, vocero del poder judicial de Mendoza.
Los hechos de los que se los acusa se habrían producido la madrugada del domingo en el Diplomatic Hotel, donde se hospedaban jugadores y cuerpo técnico para su primer encuentro amistoso ante los Pumas.
Mujer que acusó a rugbiers franceses tiene mordeduras
Romano dijo en una entrevista a la AFP el miércoles que Auradou invitó a la mujer a tomar un trago a la habitación luego de haberla conocido en un bar. En la habitación, él y Jegou presuntamente la violaron y golpearon con una “violencia feroz”.
“Tiene marcada la espalda, mordeduras, rasguños, golpes en los pechos, en las piernas y en las costillas”, detalló.
Nicolás Yungman, psicólogo del Hospital de Emergencias Psiquiátricas Alvear y quien no está vinculado al caso, explicó a la AFP que la hipotimia a la que se refirió Romano “puede ser un efecto del trastorno de estrés postraumático, que se da luego de una experiencia traumática y que provoca que la persona no pueda expresare bien, tenga movimientos lentos, lenguaje inexpresivo y pérdida de interés”.
“Sabe lo que pasa”
Auradou y Jegou fueron detenidos el lunes en Buenos Aires, dos días después de medirse en un test match frente a los Pumas argentinos en la capital mendocina.
Rafael Cúneo, abogado defensor y hermano del ministro de Justicia, Mariano Cúneo, arguye que las relaciones sexuales fueron consentidas, para lo cual afirma tener pruebas.
“Primer indicio: salida del boliche; segundo indicio: tomar un Cabify (taxi); tercer indicio, subir (a la habitación); cuarto indicio: esperar al chico de 20 años (a que buscara la llave)”, dijo el jueves a periodistas ante la sede del poder judicial de Mendoza.
Se trataba de “una señora de 40 que ya sabe lo que pasa en la vida”, estimó, según reportó el diario local El Clarín.
En un comunicado, la Federación Francesa de Rugby (FFR) escribió que los jugadores “confirmaron que habían mantenido una relación sexual con la joven durante la noche, pero negaron firmemente cualquier forma de violencia”.
Los rugbiers podrían quedar en prisión preventiva debido al riesgo de fuga, aunque la defensa pedirá prisión domiciliaria y el establecimiento de un domicilio. Si son hallados culpables, arriesgan penas de hasta 20 años de prisión.
“Violencia feroz”
Según el relato de la abogada, Auradou golpeó a su clienta “salvajemente con golpe de puño” y la ahorcó y violó repetidamente “con violencia feroz”, en acciones que habrían sido repetidas luego por Jegou, quien arribó cerca de una hora después.
“No hay un solo delito para investigar”, advirtió, puesto que además del “abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal”, hubo privación de libertad.
En Argentina, el “acceso carnal” equivale a una “violación”, según un glosario del Ministerio de Justicia.
Entretanto, la selección francesa continúa su gira: jugó contra Uruguay el miércoles y se enfrentará de nuevo a los Pumas el sábado en Buenos Aires. Tres no estarán: los dos detenidos y Melvyn Jaminet, excluido por haber hecho comentarios xenófobos en redes sociales durante la fatídica celebración en Mendoza.
El miércoles, tras la victoria de la selección ante Los Teros en Uruguay, Baptiste Couilloud, uno de los compañeros de equipo de los acusados, reconoció que la situación ha sido “difícil de afrontar emocionalmente”.