Según el IBGE la inflación subió de 3,93% en mayo hasta el 4,23% en junio. La tasa de aumento de los precios acumulada en doce meses no era tan elevada desde el 4,50% medido en febrero pasado y se ubicó más de un punto porcentual por encima de la medida en junio de 2023 (3,16%), según el organismo estatal de estadísticas.
El índice, sin embargo, es compatible con la meta que se impuso el Banco Central para este año, para cuando espera una inflación del 3,0 % con un margen de tolerancia de 1,5 puntos hacia arriba o hacia abajo, lo que permite que la tasa llegue hasta el techo del 4,50%.
Tras haber llegado al 4,62% en 2023, la inflación en Brasil, según las proyecciones del organismo emisor, debe caer hasta el 4,0 % en 2024, hasta el 3,4% en 2025 y hasta el 3,2% en 2026.
Tal previsión es similar a la de los economistas del mercado que, según una encuesta realizada por el Banco Central la semana pasada, prevén que Brasil cerrará este año con una inflación del 4,02% y que el índice caerá al 3,87% en 2025.
Presión de los alimentos
En la subida de la inflación interanual contribuyó el resultado de junio, cuando la tasa fue del 0,21% presionada por los precios de los alimentos, mientras que en el mismo mes del año pasado Brasil registró una deflación del 0,08%.
La inflación de junio, sin embargo, fue la menor en los últimos tres meses y cayó a menos de la mitad que en mayo (0,46%).
Los precios subieron en junio presionados por los alimentos y las bebidas, que, con un aumento del 0,44%, fueron responsables por 0,10 puntos porcentuales del índice mensual, prácticamente la mitad. En mayo los alimentos había subido un 0,62%.