"Hemos decidido trabajar juntos para aliviar el sufrimiento del pueblo haitiano", dijo el primer ministro de Haití, Garry Conille, en una conferencia de prensa tras el arribo de los agentes de Kenia.
Conille y la jefa de la delegación keniana, Monica Juma, hablaron ante los medios horas después de la llegada de los policías de Kenia, país que encabeza la misión multinacional avalada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en octubre pasado, un año después de que las autoridades haitianas solicitaran esa intervención para enfrentar la violencia de las bandas armadas.
Una oportunidad única
"Se trata realmente de una oportunidad única para que dos pueblos separados por océanos, pero unidos por la historia, expresen su solidaridad en tiempos difíciles", declaró Conille, quien agradeció al presidente keniano, William Ruto, su compromiso de apoyar a Haití en estos momentos.
También agradeció a los "demás países amigos" que apoyan esta iniciativa, al tiempo que se comprometió a abordar los problemas de frente y con la ayuda internacional.
Al respecto, Conille se refirió a los objetivos de su gobierno de transición, entre los que mencionó restablecer la seguridad en Haití, permitir a más de 500.000 personas regresar a sus hogares, organizar la recuperación del país y avanzar hacia la celebración de elecciones lo antes posible.
El jefe de Gobierno dijo que hay grupos que destruyen el país en pedazos, destruyen empresas, roban en las casas, dentro de las instituciones estatales como los hospitales, incendian bibliotecas y destruyen universidades. Hacen inhabitables estas zonas del país y las convierten en un infierno para padres, madres e hijos.
"La población no puede soportarlo más. Creemos que hoy también ustedes, responsables de esta situación catastrófica, no pueden soportarlo más. Estoy seguro de que están cansados de la situación, aunque sean los causantes de la catástrofe", dijo, en alusión a los grupos armados.
Para Conille ha llegado el momento de que todos los que siembran el terror tomen conciencia de lo que está pasando.
"El Estado va a volver a tomar las riendas, hará valer su autoridad para que todo el mundo pueda vivir en paz", afirmó Conille, con el objetivo de "recuperar el control de nuestro país, sin confrontación, cuando no sea necesario".
Prometió reforzar las fuerzas policiales y dijo que ha creado grupos de trabajo entre el Ejército y la Policía Nacional.
"Tenemos que asumir nuestra responsabilidad ante la historia y transmitir una imagen diferente de Haití. Haití no era así. Y Haití no puede seguir siendo así. Haití nos pertenece a todos. Depende de todos nosotros hacer un esfuerzo, para que juntos podamos poner freno", enfatizó.
Kenia al rescate
Por otra parte, la jefa de la delegación keniana declaró que su país estaba encantado de acudir en ayuda de Haití, y dijo estar agradecida por la confianza depositada en Kenia.
Juma señaló que "la misión de Kenia es servir como agente de paz, estabilidad y esperanza".
"Venimos a Haití por la libertad, la justicia y el Estado de derecho (...). El pueblo haitiano necesita paz, seguridad y desarrollo sostenible".
Consideró esta misión como el comienzo de una "hermosa relación" entre hermanos y hermanas separados en la historia por la esclavitud.
Afirmó que países africanos como Benín, Chad, Burundi y Senegal están dispuestos a apoyar la misión, al igual que otras naciones, entre ellas algunas de la Comunidad de Caribe (Caricom).
"Pedimos y seguiremos pidiendo el apoyo de todo tipo de naciones. Restaurar la seguridad en Haití es el deber de todos los países y pueblos que creen en la democracia, la libertad, la justicia y la paz duradera", dijo Juma.
La responsable de la delegación keniana se dirigió a Conille y dijo: "Entrego el contingente keniano a usted, señor primer ministro, y al director general de la Policía Nacional. Tenemos mucha confianza" en esta misión.