El Castillo de Riga fue el escenario de la bienvenida al monarca, a la que siguió una reunión para abordar los principales asuntos de la agenda bilateral y la situación de seguridad en el flanco este de la UE, donde España tiene un amplio despliegue militar en distintos operativos de la OTAN.
A Felipe VI le acompañó en la capital letona el comandante del Mando de Operaciones, teniente general Francisco Braco, quien voló con él desde Madrid.
La ministra de Defensa española, Margarita Robles, se incorporará al viaje para acompañar al rey en su último acto, previsto esta tarde en la base de Adazi, donde se encuentran los 650 militares españoles que participan en la operación terrestre de la OTAN.
En la parte institucional de la jornada, tras la reunión con Rinkevics, Felipe VI va a participar en una ofrenda floral en el Monumento de la Libertad, visitar el Parlamento y mantener una reunión con la primera ministra, Evika Silina, quien también estuvo presente en la bienvenida.
La estancia en Riga antes de desplazarse al destacamento de Adazi se completa con una visita al Museo de la Ocupación y un almuerzo ofrecido por Rinkevics, donde el rey pronunciará su último discurso de la gira.