Fiscalía Europea levanta la inmunidad en un caso que implicaría al expresidente del BEI

Bruselas, 24 jun (EFE).- La Fiscalía Europea ha levantado la inmunidad de dos antiguos empleados del Banco Europeo de Inversores (BEI) en la investigación por corrupción de un caso en el que, según el diario Financial Times, estaría implicado el anterior presidente del BEI Werner Hoyer.

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Según un comunicado de la Fiscalía, su decisión permitirá registrar los locales, edificios y archivos del BEI en Luxemburgo.

Según informó la Fiscalía Europea, la solicitud se presentó "como parte de una investigación en curso que involucra a dos personas sospechosas de corrupción y abuso de influencias, así como de malversación de fondos de la UE".

Las sospechas fueron comunicadas por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF).

El BEI, siguiendo lo dispuesto en la normativa comunitaria para estos casos, ha concedido el levantamiento de la inmunidad de los dos exempleados, que no identifica, "lo que permitirá proseguir la investigación de la Fiscalía Europea de manera diligente y eficaz", añade la nota.

El objetivo es "reunir todas las pruebas necesarias, ya sean inculpatorias o exculpatorias, para aclarar plenamente los hechos objeto de investigación".

La Fiscalía recalcó que "se presume que todas las personas interesadas son inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad ante los tribunales competentes".

Indicó, asimismo, que no dará más detalles de la investigación para no poner en peligro el resultado.

Por su parte, el Financial Times, informa de que Werner Hoyer, de 72 años, economista alemán y exministro adjunto, está siendo investigado por corrupción en relación con el cargo que ocupó en el BEI.

Hoyer dirigió el banco de la UE durante doce años y desempeñó un papel fundamental en la reformulación de sus operaciones hacia una agenda más ecológica, al tiempo que esquivaba los llamados para que asumiera más riesgos.

Fue sucedido por la española Nadia Calviño el pasado diciembre.

El origen del BEI se remonta a 1958, cuando los representantes de los seis países europeos que firmaron el Tratado de Roma auspiciaron su creación. Cuatro años después de su nacimiento inició su expansión a escala global tras ser autorizado a financiar proyectos fuera de la UE.

En 1968 trasladó su sede de Bruselas a Luxemburgo y se centró en financiar infraestructuras estratégicas y en apoyar a la industria europea.

Los accionistas del BEI son todos los estados miembros de la UE y la participación de cada estado en el capital de la institución está en función del PIB del país en el momento de su ingreso en el organismo.

Alemania, Francia e Italia son los máximos accionistas, seguidos de España, cuya contribución es del 9,66 % del total.

El BEI obtiene la mayor parte de sus recursos de financiación de los mercados internacionales de capitales, principalmente mediante la emisión de obligaciones.

Es el accionista mayoritario del Fondo Europeo de Inversiones (FEI), creado en 1994, que ofrece financiación a las pequeñas y medianas empresas mediante instrumentos de capital riesgo.

Cuenta con tres órganos de decisión: el Consejo de Gobernadores, el Consejo de Administración y el Comité de Dirección. Además dispone de un órgano de control, el Comité de Auditoría.

El Consejo de Gobernadores, formado por ministros de los Estados miembros, decide la política de créditos, aprueba las cuentas anuales y decide sobre la participación en operaciones de financiación fuera de la UE.

El Consejo de Administración, constituido por 28 directivos, tiene el control de la gestión de la institución, con competencias exclusivas sobre los préstamos, garantías y créditos.

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