En un comunicado, ANEF prevé un nivel de riesgo extremo (alerta roja) en las provincias norteñas de Tánger, Asilah, Fahs Anjra, Nador y Larache, y en las sureñas de Al Haouz, Essauira, Jenifra y en Taounat (este).
También estableció un nivel de riesgo elevado (rojo) en Tetuán, Mdiq y Fnideq (Rincón y Castillejo, cercanos a la ciudad norteafricana española de Ceuta), Chauen, además de Beni Melal, Tarudant, Taurirt y Uxda, y prevé un nivel de riesgo medio (alerta amarilla) en otras zonas como Alhucemas, Kenitra, Sidi Sliman y Agadir.
La identificación del mapa de los riesgos de incendios forestales en el país se realizó, según ANEF, tras analizar datos relacionados con los tipos de bosques y sus niveles de combustibilidad e inflamabilidad, y los parámetros topográficos y climáticos.
Pese a ser un país afectado en los últimos años por la sequía y por olas de calor con temperaturas anómalas, Marruecos tiene una de las tasas más bajas de incendios forestales en la zona mediterránea, con una media de 13 hectáreas por incendio.
En 2023, la superficie afectada por los incendios forestales en Marruecos fue de 6.426 hectáreas, con una reducción del 70 % respecto al año anterior, gracias a medidas como el uso por primera vez de los nanosatélites, además de contar con la inteligencia artificial (IA) y un simulador de propagación de incendios.