Excomulgan en España a diez monjas en conflicto con el Vaticano

MADRID (ESPAÑA). Las diez hermanas clarisas españolas en conflicto abierto desde hace un mes con el Vaticano fueron oficialmente excomulgadas tras un pulso por problemas inmobiliarios y acusaciones de pertenencia a una secta, anunció el sábado la arquidiócesis de Burgos.

Fachada del convento de Belorado. Las diez hermanas clarisas españolas en conflicto abierto desde hace un mes con el Vaticano fueron oficialmente excomulgadas tras un pulso por problemas inmobiliarios y acusaciones de pertenencia a una secta, anunció el sábado la arquidiócesis de Burgos.Iratxe Rodríguez
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“El día 22 de junio, el arzobispo de Burgos, comisario pontificio y representante legal de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio, ha comunicado el decreto de declaración de excomunión y la declaración de dimisión (expulsión) ipso facto de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que han incurrido en cisma”, indicó un comunicado publicado en la web del arzobispado.

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, recibió la víspera una “declaración de ‘separación voluntaria’ de todas y cada una de ellas, recibida por burofax”, una carta certificada que tiene valor de prueba ante la justicia.

“Son las mismas hermanas las que han mostrado su decisión libre y personal de abandonar la Iglesia católica”, precisó el texto.

El caso opone desde hace un mes el arzobispo de esta ciudad de Castilla y León, en el norte de España, y las religiosas de Santa Clara de Belorado, una localidad de 1.800 personas situada a unos 50 km de Burgos.

Excomulgan en España a diez monjas y rompen con la Iglesia católica

El 13 de mayo, esta comunidad de 16 hermanas que reside en el convento de ladrillo del siglo XV causó estupefacción al anunciar que rompía con la Iglesia católica, en un “manifiesto” de 70 páginas acompañado de una carta publicada en redes sociales.

La misiva, firmada por la madre superiora, sor Isabel de la Trinidad, denunciaba la “persecución” de la que sería víctima la comunidad, enfrascada desde hace varios años en un enfrentamiento inmobiliario con su jerarquía.

En 2020, las monjas llegaron a un acuerdo con el vecino obispado de Vitoria para comprar el convento de Orduña, en el País Vasco, pero la venta finalmente fracasó. La transacción fue “bloqueada desde Roma”, dijeron las religiosas.

“Secta”

Las monjas de Belorado también criticaron un supuesto “caos doctrinal” del Vaticano, al que acusan de incurrir en “contradicciones” con sus “lenguajes dobles y confusos”.

Tampoco reconocen al papa Francisco y anunciaron estar ahora bajo la autoridad de un sacerdote excomulgado, Pablo de Rojas Sánchez-Franco.

El religioso, fundador de La Pía Unión de San Pablo Apóstol, afirma ser miembro del “sedevacantismo”, corriente que considera herejes a todos los papas que sucedieron a Pío XII (1939-1958), por lo que estima que actualmente no hay un sumo pontífice válido.

Fue excomulgado en 2019 por el arzobispo de Burgos.

Tras la misiva de las monjas, el arzobispo encargado por el Vaticano para resolver el asunto, hizo primero llamamientos al diálogo.

Pero ante la negativa de las hermanas, finalmente les pidió que comparecieran ante un tribunal eclesiástico para confirmar su decisión.

Las monjas rebeldes

Las monjas rebeldes dicen no reconocer ese tribunal y califican el procedimiento de “farsa”.

“No se trata de un hecho frecuente en la Iglesia católica. La excomunión es la mayor medida sancionadora en el Derecho Canónico, ya que supone verse privado de la unión con la Iglesia y, por tanto, de todos sus bienes espirituales. Sólo se da en los casos más graves de delito canónico”, afirmó el teólogo Luis Santamaria, fundador de la Red Iberoamericana para el Estudio de las sectas (Ries).

“Su fin principal no es el castigo, sino la sanación de una herida y la pedagogía”, dijo Santamaría.

“En el caso concreto de las monjas clarisas de Belorado, una vez que se ha declarado hoy oficialmente la excomunión, ya no podrán ser consideradas religiosas católicas, y lo normal es que abandonen un monasterio que ya no es su lugar”, señaló.

Sin embargo, dijo que seguirán en el monasterio las hermanas que no incurrieron en excomunión, al no secundar el cisma, o sea cinco hermanas mayores y otras tres que no se encuentran allí, pero pertenecen a la comunidad.

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