Una a una, las claves para entender la cumbre Putin-Kim

SEÚL. El presidente ruso Vladimir Putin viaja a Corea del Norte para reunirse con el dirigente Kim Jong Un, una visita poco común que debería fortalecer aún más los lazos entre estos dos países a los que Occidente considera como amenazas.

Imagen cedida por la agencia rusa Sputnik. El líder norcoreano, Kim Jong-Un y el mandatario ruso, Vladimir Putin (d).072054+0000 VLADIMIR SMIRNOV
audima

Cuando se creó en 1948, al final de la Segunda Guerra Mundial, Corea del Norte se acercó a la Unión Soviética. Pero el colapso de la URSS en 1991 privó a Corea del Norte de su principal benefactor, lo que contribuyó a desencadenar una hambruna generalizada unos años después.

Poco después de asumir la presidencia en 2000, Vladimir Putin buscó renovar las relaciones con Corea del Norte. Fue el primer dirigente ruso que viajó a Pyongyang para reunirse con el padre de Kim Jong Un, Kim Jong-il.

A pesar de esto, a mediados de la década de 2000, Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, apoyó las sanciones impuestas a Corea del Norte debido a su programa nuclear.

Kim Jong Un sucedió a su padre en 2011 y desde entonces Moscú y Pyongyang han profundizado sus vínculos.

En 2012 Rusia borró la mayor parte de la deuda de su aliado y en 2019 Kim Jong Un viajó en tren a la ciudad rusa de Vladivostok, cerca de la frontera, donde se reunió con Putin. Cuatro años después volvió a ir a Rusia, en un viaje de casi una semana centrado en cuestiones de defensa.

Un mosaico en el que se observa al fallecido líder norcoreano Kim Il Sung y Kim Jong Il, en la avenida Dongmun, distrito de Pyongyang.

¿Por qué esta visita ahora?

Los dos países, sometidos a sanciones internacionales, fortalecieron considerablemente sus vínculos desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

Rusia, cada vez más aislada internacionalmente, busca aliados.

Según Estados Unidos, Ucrania y Corea del Sur, Corea del Norte envía armas a Rusia para su guerra en Ucrania, violando una serie de sanciones de la ONU, a cambio de ayuda técnica para programa de satélites y el envío de alimentos.

Corea del Norte lo negó y calificó la afirmación de “absurda”.

En marzo, Rusia vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU la prolongación del comité encargado de controlar el respeto de las sanciones internacionales contra Corea del Norte, justo cuando los expertos comenzaban a investigar las supuestas transferencias de armas.

Kim también ha multiplicado las pruebas de armas, incluida una serie de lanzamientos este año de misiles de crucero, que según los analistas Pyongyang podría estar suministrando a Rusia para que las use en Ucrania.

“Durante la Guerra Fría, Corea del Norte estaba siempre en la posición de pedir ayuda militar y económica a Rusia”, dijo Cheong Seong-chang, del Instituto Sejong, con sede en Seúl.

Por primera vez, ambos países están “cooperando por igual” , señaló Cheong, según el cual están viviendo una especie de “luna de miel” .

¿Qué gana cada uno?

Para Kim, “esta visita es una victoria” , estima Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl.

El asesor diplomático de Vladimir Putin, Yuri Ushakov, dijo el lunes que se firmarán “documentos importantes, muy significativos”.

Ushakov mencionó la “posible” firma de “un acuerdo de cooperación estratégica global”, que sería una versión actualizada de un tratado firmado durante la última visita de Putin al país, en 2000.

El dirigente ruso estará acompañado del canciller Serguéi Lavrov, del ministro de Defena, Andrei Belousov; de dos vice primeros ministros y del jefe de la agencia espacial rusa, Roscosmos.

Lo
más leído
del día